24.11.10

Concepos básicos en Sociología

*
Una exposción básica de conceptos de Sociologia, introductoria y motivadora, para efectos de realización de análisis sociales, puede verse en:


Los conceptos inicialmente expuestos son cinco: estructura, posición, acción, poder y función. Desde luego todos ellos, sociales.
*

12.11.10

Nota. Sociología: ciencia general de la sociedad.

*
La sociología es una ciencia presente en todo acción humana. Su eje es la acción del individuo, pero no considerado aisladamente, sino en relación con otros seres que tienen una existencia independiente.

La sociología estudia todas las relaciones humanas y eso quiere decir, a nuestro juicio, que la sociología puede abarcar el estudio de las relaciones del ser humano con la naturaleza, el pensamiento y lógicamente, con la misma sociedad. Todo fenómeno que entra en contacto directa o indirectamente con el ser humano, es susceptible de ser analizado como un hecho social. 

Un hecho es social, porque el ser humano percibe, describe, analiza y transforma todo tipo de realidades por medio de la conciencia. La conciencia es una fusión y fisión de intereses materiales, económicos, políticos, culturales, de pertenencia a una clase, capa, estrato o grupo social, de pensamientos corrientes o científicos; se materializa en comportamientos y acciones transformadoras de la realidad...de todo tipo de realidad. El hecho social puede definirse como la conciencia, ideologica o científica, materializada en la acción humana. La conciencia, que tiene cada individuo en particular, es resultado de una acción humana colectiva, por ello es un hecho social. Por ejemplo, filosofar sobre lo desconocido, es un hecho social que acompaña la historia humana; no resultaría extraño, que algún especialista se aplicara en un estudio de la "sociología de lo desconocido".

El ser humano en sociedad, conforme leyes propias, se desenvuelve, evoluciona y revoluciona, en sí y en relación con otros seres, materiales e ideales. La sociología se diferencia de otras ciencias sociales, que estudian, fenómenos específicos: la cultura, la antropología; la conducta, la psicología; la producción y distribución de la riqueza social, la economía; los hechos del pasado, la historia. La sociología es la ciencia general de la sociedad, si se quiere, de la acción humana colectiva. Sus leyes generales pueden aplicarse al estudio de fenómenos concretos o específicos e individuales.

Evaristo Hernández, /2010/11
*

11.8.10

Nota sobre el nacimiento de la Sociología

*
Nota sobre el nacimiento de la Sociología
Carlos Evaristo Hernández
Agosto 2004

La Sociología como ciencia, nace a mediados del siglo XVIII. Se considera que fue fundada por Augusto Compte y el Conde de Saint Simon, más bien, simplemente Saint Simon, pues se refiere que él mismo renunció a su título nobiliario.

Desde sus inicios, percibimos que la Sociología se perfila como "ciencia de la contradicción humana colectiva". Se podría pensar que la ciencia de la contradicción social se materializó en la controversia de sus dos fundadores: Compte concebía la evolución social y Saint Simon la revolución social. Aunque Compte y Saint Simon concebían a la "física social" como la Ciencia del Consenso y el Conflicto Social, interrumpieron su trabajo teórico y práctico conjunto, al parecer por sus orientaciones divergentes.
Las biografías nos relatan que Saint Simon participó en la Revolución que dio origen a los Estados Unidos de América y que Compte fué un respetado académico enamorado de una prostituta.

Se reconoce como el fundador de la Sociología, probablemente porque tuvo más tiempo y oportunidades de sistematizarla, a Augusto Compte; Saint Simon, escribió obras señeras que constituyen todavía los fundamentos del socialismo, incluído el científico aunque se le clasifique como "socialista utópico". Creó una corriente teórico-ideológica de "nuevo cristianismo", seguida por connotados líderes; criticó severamente el parasitismo social de los políticos de su época; fundamentó la necesidad de que tome el poder político un sector social productivo "que de mucho y saque poco del Estado". A pesar de haber tenido buen éxito como empesndedor, Saint Simon al final de sus días vivió con grandes dificultades e intentó suicidarse, quedando desfigurado por la trayectoria de la bala en su rostro, después de este suceso, al parecer, Saint Simon no volvió a tener propósitos suicidas., según sus biógrafos  Apasionante la vida de Saint Simon, como la vida de los grandes seres humanos: lo pequeño lo hacen grande. Solamente el Socialismo, como Ciencia, rescata a Saint Simon como uno de los grandes "Socialistas Utópicos". A Compte, Marx o Engels, los fundadores del socialismo científico, prácticamente no lo mencionan, y en una ocasión, recordamos, en que Marx se refiere a Compte, es con una frase de desprecio; sin embargo, Compte se reconoce en la actualidad como el fundador de la Sociología, más, se refiere que fué el primero en usar el término "sociología"  para referirse a la nueva ciencia.

La Sociología tiene ahora muy pocos detractores en el sentido de reconocerla como una Ciencia, es decir, como un cuerpo estructurado y sistematizado de conocimientos, agrupados en una teoría general y en teorías específicas, que resultan de sus aplicaciones, y que generan de manera correspondiente, leyes, conceptos y categorías sociales.
*

30.5.10

Sociología Aplicada: una definición operativa

*
Sociología Aplicada: una definición operativa
Carlos Evaristo Hernández
mayo 2010

La Sociología es la ciencia de la sociedad. Como toda ciencia, la Sociología tiene un conjunto de teorías, leyes y categorías, elaboradas a partir de los esfuerzos de notables pensadores.

La teoría sociológica nos auxilia en el conocimiento de la realidad social. Al estudio específico o particular de un hecho social determinado utilizando la teoría sociológica, le denominamos Sociología Aplicada.

La Sociología Aplicada la definimos operativamente de dos dimensiones: en la que predomina el examen exploratorio y descriptivo del hecho social, por un lado y por el otro, en la que predomina el intento analítico, explicativo de las causas y efectos del hecho social. Verbalizadamente para nosostros existen diferencias entre decir, por ejemplo, Sociología de la Familia y Sociología Familiar. En el primer caso estaríamos ante uns descripción sociológica de la familia y en el segundo caso, estaríamos ante un análisis sociológico de la familia.

Las dos dimensiones de la Sociología Aplicada se entrelazan y una no puede prescindir de la otra. No se puede hacer un análisis del hecho social sin una descripción o caracterización del mismo. El análisis del hecho social, se convierte en una descripción, en un enfoque para futuras descripciones y análisis.

El propósito de la sociología aplicada es analítico, su finalidad es determinar las causas y efectos de los problemas sociológicos con la finalidad de proponer políticas sociales para la transformación de los mismos.

Las fronteras entre la función descriptiva y la función análitica de la Sociología Aplicada no pueden delimitarse, como se delimita una frontera geográfica. Una descripición tiene siempre cierto nivel analítico, y los análisis sociológicos tienen, igualmente, cierto nivel descriptivo.

Las dos, descripción y análisis, son dimensiones de la teoría en su aplicación, y su fuerza dimana de la capacidad para entender, interpretar el hecho social para proponer formas de tratarlo y transformarlo concientemente.
*

20.5.10

Lumpenproletariat, a sociological definition

*
http://en.wikipedia.org/wiki/Lumpenproletariat

Lumpenproletariat
From Wikipedia, the free encyclopedia

Lumpenproletariat (a German word literally meaning "rag proletariat") is a term first defined by Karl Marx and Friedrich Engels in The German Ideology (1845) and later elaborated on in other works by Marx.

The term was originally coined by Marx to describe that segment of the working class that would never achieve class consciousness, and was therefore worthless in the context of revolutionary struggle.

In The Eighteenth Brumaire of Louis Napoleon (1852),

Marx refers to the lumpenproletariat as the 'refuse of all classes,' including 'swindlers, confidence tricksters, brothel-keepers, rag-and-bone merchants, beggars, and other flotsam of society.'

In the Eighteenth Brumaire, Marx describes the lumpenproletariat as a 'class fraction' that constituted the political power base for Louis Bonaparte of France in 1848.

In this sense, Marx argued that Bonaparte was able to place himself above the two main classes, the proletariat and bourgeoisie, by resorting to the 'lumpenproletariat' as an apparently independent base of power, while in fact advancing the material interests of the bourgeoisie.

(...)

Engels wrote about the Neapolitan lumpenproletariat during the repression of the 1848 Revolution in Naples: "This action of the Neapolitan lumpenproletariat decided the defeat of the revolution. Swiss guardsmen, Neapolitan soldiers and lazzaroni combined pounced upon the defenders of the barricades."[1]

In other writings, Marx also saw little potential in these sections of society. About rebellious mercenaries, he wrote: "A motley crew of mutineering soldiers who have murdered their officers, torn asunder the ties of discipline, and not succeeded in discovering a man on whom to bestow supreme command are certainly the body least likely to organise a serious and protracted resistance."[2]

Marx's description of mutineers as being unreliable could be argued upon at length. Russian Army mutineers and their soldiers committees were critical to the overturning of the Tsarist regime during the Russian Revolution of 1917. Yet, there is a difference in that the Russian Revolution was a general uprising of most of Russia's popular classes, not just a military mutiny[3]. Also, the Russian Imperial Army was a regular army of conscripts[4], not an army of mercenaries; as such, its social extraction was quite different, and much closer to the peasantry than to the lumpenproletariat[5].

According to Marx, the lumpenproletariat had no special motive for participating in revolution, and might in fact have an interest in preserving the current class structure, because the members of the lumpenproletariat usually depend on the bourgeoisie and the aristocracy for their day-to-day existence. In that sense, Marx saw the lumpenproletariat as a counter-revolutionary force[6].

Leon Trotsky elaborated this view, perceiving the lumpenproletariat as especially vulnerable to reactionary thought. In his collection of essays Fascism: What it is and how to fight it, he describes Benito Mussolini's capture of power: "Through the fascist agency, capitalism sets in motion the masses of the crazed petty bourgeoisie and the bands of declassed and demoralized lumpenproletariat -- all the countless human beings whom finance capital itself has brought to desperation and frenzy."[7]

Marx's definition has influenced contemporary sociologists, who are concerned with many of the marginalized elements of society characterized by Marx under this label.

Marxian and even some non-Marxist sociologists now use the term to refer to those they see as the "victims" of modern society, who exist outside the wage-labor system, such as beggars, or people who make their living through disreputable means: prostitutes and pimps, swindlers, drug dealers, bootleggers, and bookmakers, but depend on the formal economy for their day-to-day existence.

The concept is similar to the more modern term, underclass.

Positive perceptions of the Lumpenproletariat

However in some societies, individual members of this class of people without formal employment have, on occasion, taken the lead in issuing a progressive challenge to society. One example is Abahlali Mjondolo in the KwaZulu region of contemporary South Africa.

The Young Lords, once a Latino street gang, believed that revolutionary change would become a reality only via a coalition between workers and the lumpenproletariat.

In the late 1960s, Huey P. Newton and the Black Panther Party came to believe that the lumpen proletariat could have a progressive role. Newton argued that the economic and social system of his time was fundamentally different from that which Marx based his analysis on, saying,

"As the ruling circle continue to build their technocracy, more and more of the proletariat will become unemployable, become lumpen, until they have become the popular class, the revolutionary class."[8]

This is the class the Black Panther Party sought to organize, he said. Some disregard Newton's interpretation, saying he applied the term to, and sought to organize, the temporarily unemployed, rather than the true lumpen.

However, a careful reading of his writings reveals repeated references to the "unemployed" and "unemployable" as those with revolutionary potential.

Frantz Fanon also argued in "The Wretched of the Earth" (1961) that revolutionary movements in colonized countries could not exclude the lumpenproletariat, as it constitutes both a counterrevolutionary and a revolutionary potential.

He described the lumpenproletariat as "one of the most spontaneous and the most radically revolutionary forces of a colonized people."

However, it is an ignorant and desperate class, particularly susceptible to being co-opted by counterrevolutionary forces. Therefore, he claimed, education of the dispossessed masses should be central to revolutionary strategy.

Used as a pejorative

In modern Russian,[9] Turkish,[10] Persian, Spanish, Japanese, Polish, Hungarian, Bulgarian, and Estonian,[11] lumpen, the shortened form of lumpenproletariat, is sometimes used to refer to lower classes of society. The meaning of the term is roughly analogous to scrounger, riff raff, hoi polloi, white trash, bogan, or yobbo.

(...)

Retrieved from "http://en.wikipedia.org/wiki/Lumpenproletariat"

(...)
*

13.5.10

Precursor Arabe de la Sociología

*
Las negrillas, sangrías, supresión y separación de algunos párrafos son nuestros para efectos de estudio.

Ibn Jaldún
De Wikipedia, la enciclopedia libre

(...)

Ideas notables Desarrolló teorías sobre la solidaridad (Asabiyyah) , del auge y caída de los Estados, Curva de Laffer, etc.

(...)

Ibn Jaldún (...). Conocido habitualmente como Abenjaldún (también escrito Ibn Khaldun, Ibn Khaldoun o Abenjaldun) (nacido el 27 de mayo de 1332 y fallecido el 19 de marzo de 1406), fue un famoso historiador, sociólogo, filósofo, economista, demógrafo y estadista árabe.

Nació en lo que actualmente es Túnez, aunque era de origen andalusí. Su familia fue dueña de la Hacienda Torre de Doña María en la actual Dos Hermanas (Sevilla).

Es considerado como uno de los fundadores de la moderna historiografía, sociología , filosofía de la historia, economía, demografía y las ciencias sociales en general.

Es fundamentalmente conocido por su obra Muqaddima o Prolegómenos a su vasta Historia de los árabes, que constituye un temprano ensayo de filosofía de la historia y de sociología, disciplina esta última de la que a menudo es considerado antecesor.

El gran historiador inglés Arnold J. Toynbee ha dicho que "Ibn Jaldún concibió y formuló una filosofía de la historia que es sin duda el trabajo más grande que jamás haya sido creado por una persona en ningún tiempo y en ningún país".[1]

Biografía

Ibn Jaldún, cuya familia tuvo que abandonar Sevilla cuando fue tomada por los castellanos en 1248, vivió en el momento histórico cuando el Islam comenzaba su decadencia.

Luego de haber fracasado en sus ambiciones políticas y de haber sido perseguido y encarcelado, Ibn Jaldún dedica el resto de su vida a estudiar y reflexionar sobre los hechos sociales, económicos e históricos.

Este conocimiento será el que volcará en su obra.

Para ello, desde 1388 se instala en El Cairo (Egipto) donde se dedica a la enseñanza y a la investigación en varias universidades (madrasas), especialmente en la prestigiosa Al-Azhar. No obstante, tiene que volver a la arena política cuando Tamerlán asedia Damasco y recurre al prestigioso Ibn Jaldún para entrevistarse con él, aunque no tuvo éxito (1401).

Muchos años antes, en 1363, gracias a su amistad con Ibn al-Jatib quien lo llamó cuando se encontraba en Fez, Ibn Jaldún desempeñó una misión diplomática en favor del reino de Granada, en el otro extremo del Mediterráneo, más específicamente, en Sevilla ante Pedro I de Castilla, el Cruel.[2]

Su obra

La obra principal de Ibn Jaldún es el Libro de la evidencia, registro de los inicios y eventos de los días de los árabes, persas y bereberes y sus poderosos contemporáneos (...) que está dividido en siete libros.

El primero de ellos es la Muqaddima o Prolegómenos, que prologa al resto de la obra, aunque posteriormente ha sido tratado como una obra independiente.

Los libros del dos al cinco cubren la historia de la Humanidad hasta los tiempos de Ibn Jaldún.

Los libros seis y siete cubren la historia de los pueblos bereberes y del Magreb. Su historia es, como el mismo lo afirma, una Historia Universal y abarca el análisis de historias de otros pueblos como los asirios, hebreos, griegos y romanos.

Entre los aportes a la economía de Ibn Jaldún, se incluye el descubrimiento de la dinámica de los mercados. Analiza también conceptos económicos fundamentales como población, precio, beneficio, lujo, y formación de capital. Todos estos conceptos son analizados en sus obras, donde también traza las interrelaciones entre ellos.

Para Ibn Jaldun, la historia es el análisis de las civilizaciones tanto en el aspecto externo como interno: externamente, a través del relato cronológico de los hechos; internamente, mediante un análisis lógico e interrelacionado de los acontecimientos históricos para ubicar sus consecuencias en el presente y las tendencias de futuro.

En lo relativo a la sociología, es particularmente interesante su concepción sobre la existencia de un conflicto central (ciudad versus desierto). Debido a su análisis de los conflictos sociales, sociólogos modernos de la teoría del conflicto como Ludwig Gumplowicz, Gustav Ratzenhofer y Franz Oppenheimer han demostrado un creciente interés en Ibn Jaldún.

La importancia del método de conocimiento racionalista empleado por Abenjaldún del todo acorde con su condición de creyente, pero sin subordinar el conocimiento y la interpretación de la realidad a las descripciones contenidas en el Corán o en los hadices.

"Abenjaldún pone entre paréntesis a Dios", resume Charfi.

En el libro sexto del Muqaddima o los Prolegómenos, queda claro que es la reflexión fundada sobre la experiencia lo que permite literalmente al hombre hacerse tal por encima de un mundo animal sujeto a los sentidos. Cabe admitir por cuestión de fe una forma de conocimiento superior, estrictamente espiritual, propio de los ángeles, pero sin incidencia alguna sobre el conocimiento humano.Es sobradamente conocida la utilización de este criterio para explicar el carácter cíclico de las civilizaciones, y a su núcleo, la interacción conflictiva entre el modo de vida nómada y el urbano o civilizado.

(...)

Dotado de una fuerza propia, derivada de la cohesión grupal o asabiyya, el mundo árabe nómada es violento, depredador y en principio incapaz de formar un imperio.

Todo cambia, sin embargo, cuando sobre esa rudeza de costumbres incide la religión llevada por un Profeta a sus corazones: "Entonces la unificación más cabal se lleva a efecto entre ellos poniéndolos en condiciones de efectuar las conquistas y de fundar un imperio."[3]

(...)

Su manera de enfocar el devenir histórico así como todos los elementos que influyen en el mismo es muy similar al que siglos después establecerían los Annales dirigidos por Marc Bloch, Lucien Febvre o Fernand Braudel.

En ambos casos, se puede decir que realizan una historia social, en la cual el ser humano es el protagonista, no un individuo sino toda la colectividad.

Se puede decir sin ningún temor que Ibn Jaldún es el "padre" de la historia en el concepto contemporáneo de esta disciplina.

Referencias

1.↑ Arnold Toynbee, Estudio de la Historia
2.↑ Ibn Jaldun. Auge y caída de los imperios
3.↑ Elorza, Antonio. Los errores de Dios, El País, 21 de octubre de 2006

(...)

Obtenido de "http://es.wikipedia.org/wiki/Ibn_Jald%C3%BAn"

Consultado en abril del 2010.
*

4.5.10

Teorías Sociológicas a finales del Siglo XX

*
Las negrillas, sangrías, separación y supresión de algunos párrafos son nuestros para efectos de estudio.

Tomado de:

http://ddd.uab.cat/pub/papers/02102862n50p17.pdf

Las cuatro "avenidas fuertes" de la teoria sociológica contemporánea*

José Enrique Rodríguez Ibáiíez
Universidad Complutense

* Este trabajo desarrolla y amplia la intervención, que con casi idéntico titulo, llevé a cabo en uno de 10s simposios del Congreso Espafiol de Sociologia celebrado en Granada en septiembre de 1995. Papers 50, 1996 17-27.

Resumen

El articulo presenta, compendiada en sus componentes analiticos, las cuatro direcciones dela teoria sociológica contemporánea que, a juicio del autor, poseen mayor poder epistemológico y plausibilidad investigadora, a saber, la teoria de la elección racional y la teoria cognitivista. Palabras clave: teoria, teoria sociológica, acción comunicativa, sistemas, elección racional,cognitivismo.

(...)

Sumario

Preliminar: teoria de la sociedad, teoria sociológica, historiografia social.
¿Qué son "avenidas fuertes" y por qué lo son?.
La teoria de la decisión racional.
La teoria cognitivista.
La teoria comunicativa de la sociedad.
La teoria de sistemas.
A modo de conclusión.
Bibliografia.

Preliminar: teoria de la sociedad, teoria sociológica, historiografia social.

Como muy bien recuerda el maestro Ferrater Mora en su espléndida síntesis (1979), el término "teoria", se remonta etimológicamente a aquella actividad, propia de la antigua Grecia, consistente en observar como espectador 1os juegos y festivales públicos, en actitud profesional o "diplomática", todo el1o a modo de germen de la consolidación de una secta de "teóricos* que perpetuaba ritualmente su existencia mediante "procesiones".

No es descabellado pensar que este remoto origen de la actividad teórica referida a 1os asuntos sociales aletea todavía en la contemporánea casta profesional de sociólogos, subdividida en capillas y escuelas ritualizadas en voces de pública difusión -revistas, editoriales, webs ahora-, ágoras geográficas precisas -Frankfurt, Chicago, Paris- y reuniones cíclicas -congresos, conferencias-, trufadas de sentido operistico, declamación y amable convivencia grupal.

Dentro de ese prometeico esfuerzo por resumir teóricamente el reino de 1o social, existen diversas formas de enfoque que conviene distinguir y matizar.

En el nivel mis general nos encontramos con la "teoria de la sociedad", heredera de la filosofia social y separada de ella por su voluntad de precisión y sistematicidad en la exposición de las observaciones relativas a la sociedad misma -sus pilares normativos, sus estructuras, sus tendencias de cambio-.

Podríamos decir que la gran tradición de clásicos, brillantemente representada por Marx, Durkheim y Weber, sentó las bases duraderas de este género, combinando narración, descripción y solidez analítica.

Posteriormente, construcciones tales como la teoria de la sociedad postindustrial -y eventualmente hipermoderna o postmoderna; véase la sistemática aportación de Kumar al respecto (1995)- o la teoria de la sociedad del riesgo, que yo mismo he tratado de pormenorizar (Rodríguez Ibáñez, 1993), se mueven en un camino parecido.

Lo mismo cabria afirmar de autores como Alexander (1995) o Bauman (1995), interesados en fundir la teoria con el diagnóstico de la civilización.

Por fin, la preocupación por renovar 1os referentes didácticos de la disciplina -que las sucesivas compilaciones de Smelser (1988, 1994) ejemplifican a la perfección-, también entrarian en el apartado de la teoría de la sociedad.

La teorización social in genere cuenta ya un considerable cuerpo de obras clásicas y tradiciones, 1o cua1 permite establecer lineas temáticas y aun focos de atención delimitados por la consideración de 1os diversos foros nacionales protosociológicos -Francia, Gran Bretaña. Alemania, Italia, Estados Unidos-.

Es esta otra rama del saber especializado sobre la sociedad que me permito denominar la "historiografía social".

Con la vista puesta en la reconstrucción de 1os discursos acumulativos sobre 1os que descansa la teoria, y acentuando por 1o común el peso especifico que ha tenido en dicha acumulación el contexto nacional de origen, la subdisciplina historiográfica ha hecho considerable fortuna e incluso tiende a ser confundida con la actividad teórica sin ser1o exactamente.

Dentro de esta especialidad, entre cuyos cultivadores me incluyo por cierto, me permito destacar de la producción actual el extraordinario trabajo de Richard Münch (1994).

Aquí, el sociológo alemán traza los hilos históricos de la evolución teórica de la disciplina, aplicándole, no sin humor, y por familias, la tetralogia funcional "AGIL" que Parsons ideara para su contraste con el proceso de modernización y estructuración de la sociedad.

Con mayor vocación ensayistica, nada reñida empero con el rigor analítico y el conocimiento de las diversas culturas occidentales parteras de la sociologia,Donald Levine (1995) acaba de entregar a la imprenta un texto que ya ha empezado a suponer un hito critico y elegante de la historiografia social.

En fin, considero de justicia recordar igualmente la importante obra de Wolf Lepenies El nacimiento de la Sociologia no tan reciente (1988), aunque ejemplar como demarcación histórica e intelectual de las tradiciones sociológicas nacionales. Sin salirnos de 1o que es la historiografia social,

existe un capitulo de la misma preocupado por reflexionar sobre 1o que la sociologia ha sido y es y 1o que habrá o habria de ser.

Con la idea recurrente de crisis en la cabeza, hay autores que buscan volver a 1os origenes ético-criticos, mis allá de la confusión y el relativismo contemporáneos. Es el caso de Horowitz (1993).

Otros como Lemert (1995), por el contrario, abogan por una asunción a fondo, en el discurso teórico, de la nueva realidad dominada por el multiculturalismo y la irrupción de los códigos femeninos.

Hay incluso quien ha dado el paso de proponer un nuevo nombre disciplinar -el de "metateorias"- para este genero de autorreflexión discursiva sobre la sociologia; asi, Ritzer (1992).

No puedo ni debo menospreciar 1os anteriores enfoques, cuyo fondo he tratado de resumir sucintamente, mencionando a algunos de sus representantes de última hora, sin ánimo alguno de exhaustividad. Sin embargo, si que me veo en la obligación de precisar que

ni la teoria de la sociedad ni la historiografia social -a las que, insisto, deseo larga vida- son propiamente teoria sociológica.

Por "teoria sociológica", en sentido preciso o "duro", entiendo algo más reducido, a saber, el trabajo consistente en la elaboración de constructos hipotéticos que den cuenta axiomática y congruente de la realidad y, a la vez, iluminen la investigación social.

Por poner ejemplos, teoria depurada, con pocas concesiones al ensayo, son las propuestas de Parsons, Stinchcombe y, en el presente, Mouzelis (1995) -autor este último que, a mi entender, ha sabido instaurar la sensatez en el quehacer téorico-sociológico, sin dejarse arrebatar, como él mismo dice, por 1os cantos de sirena de la filosofia, la lingüística ni el psicoanilisis, contrariamente a tanta barahúnda "deconstruccionista" al uso.

Naturalmente que la teoria de la sociedad, la historiografia social y la teoria sociológica no existen en puridad, entremezclándose las mas de las veces.


No obstante, hay prioridadese en las diversas aventuras teóricas, no siendo difícil hallar la pauta dominante en cada una de ellas. Teniendo esto en cuenta, me dispongo ya a mostrar, en sus respectivos "esqueletos" epistemológicos e hipotéticos, las cuatro tendencias de teoria sociológica propiamente dicha que en mi opinión se erigen en este fin de siglo en alternativas sólidas o, como gusto yo de decir, "avenidas fuertes".

¿Que son "avenidas fuertes" y por qué 1o son?

Por "avenidas fuertes" entiendo aquellos procesos abiertos de produccción teórica en sociologia que tienen el suficiente peso especifico como para acumular propuestas teóricas del pasado y aun asimilar otras propuestas del presente, y todo el1o propiciando estirnulos para el avance de la investigación.

La metáfora de la avenida pienso que inmediatamente transmite la idea de imán o catalizador y, al mismo tiempo, la idea de continuidad y crecimiento. Que una avenida sea o no fuerte dependerá de que posea o no una base epistemológica adecuada y sólida; de que su alcance último roce las cotas del universalismo explicativo, y, finalmente, de que su ámbito de aplicación sea capaz de saber concatenar 1o singular y 1o global (o "micro" y "macro").

Pues bien, en mi opinión son cuatro las avenidas teóricas capaces de cumplir con 1os anteriores requisitos en la teoria sociológica contemporánea. En concreto:

la teoria comunicativa de la sociedad, representada emblemáticamente por la Teoria de la acción comunicativa de Habermas (1984, 1987);

la teoria de sistemas, representada emblemáticamente por 1os Sistema sociales de Luhmann (1995);

la teoria de la decisión racional o rational choice, representada emblemáticamente por 1os Fundamentos de teoria social de Coleman (1990),

y la teoria cognitivista, que no se asienta en ninguna obra emblemática en particular sino, a lo sumo, en una serie de trabajos importantes como 1os de Cicourel (1973), Changeux (1 985), Churchland (1986), Gardner (1985), Johnson-Laird (1983) o Varela (1992).

A continuación expondré sintéticamente las bases en las que descansa cada una de estas teorias, asi como su poder acumulativo y asimilador, su plausibilidad investigadora y sus pros y sus contras.

Dado que no pretendo otra cosa que trazar una especie de cuádruple mapa de 1o que para mi gusto constituye la más seria nervadura de la teoria sociológica de nuestros días, daré por supuestas muchas de las nociones manejadas, efectuaré remisiones in genere a autores, escuelas y conceptos y daré prioridad a la concisión esquemática sobre 1os desarrollos argumentales.

Finalmente, resumiré 1o expuesto en un cuadro y trataré de extraer una mínima conclusión prospectiva. Para una mejor elaboración, véase mi Perspectiva sociológica (1992).

La teoria comunicativa de la sociedad

Como se sabe, viene quintaesenciada por el citado opus magnum de Habermas (por cierto, tan teórico como historiográfico). Su nexo argumental gira en torno al proyecto de identificar a la sociedad como un proceso "dialógico" o plurisubjetivo que incorpora en su despliegue, intimarnente fundidas; a dos racionalidades colectivas básicas: la del "sistema" y la del "mundo de la vida".

Grosso modo, la teoria de la acción comunicativa es una teoria general de la sociedad concebida como sistema general de la acción, que descansa en el diálogo permanente entre las "estructuras" y 1os "sujetos" o "agentes".

Su afán es distanciarse del finalismo weberiano, del normativismo funcionalista y del trascendentalismo frankfurtiano, aunque sin desdeñar la relectura del conjunto de clásicos de la teoria sociológica.

Las bases epistemológicas de esta teoria serian la filosofia existencial, la teoria de la intencionalidad, el presupuesto intersubjetivo y el culturalismo. El1o se traduce en una reconstrucción de la tradición sociológica que acumula: al Marx "relacional"; al Durkheim teórico de la identidad colectiva; al Max Weber teórico del sentido y la racionalidad; al interaccionismo simbólico; al Parsons teórico de la modernización, y, por fin, al ethos de la filosofia moral de Kant, la Ilustración y el pensamiento posilustrado de la escuela de Frankfurt.

Ya en el presente, la teoria de la acción comunicativa asimilaria para mi gusto (con las debidas distancias) a la teoria de la "estructuración" de Giddens, al sincretismo entre el "campo estratégico" y el "habitus" de Bourdieu y a la teoria de la "posmodernización" de autores como Smelser y Alexander, en tanto en cuanto llevaria a todas estas propuestas (referidas a procesos de singularización y diferenciación "agencial" en contextos estructurales), a un manto de amparo discursivo o metateórico superior.

En cuanto a plausibilidad investigadora, a la teoria de la acción comunicativa posiblemente le falte operativización, si bien el propio concepto de acción comunicativa es susceptible de desarrollo empirico.

En concreto, 1os esfuerzos contemporáneos por recategorizar a la sociedad civil y a 1os marcos de legitimación de identidad (Arato, Cohen, por ejemplo) se benefician bastante de este enfoque. En todo caso es cierto que el esfuerzo habermasiano contiene no pocos elementos de desideratum o wishfil thinking y que, en última instancia, como ha puesto bien de manifiesto Joas (1993), so1o confusamente es capaz de librarse de su escondido residuo inmanentista.

La teoria de sistemas

Hasta ahora, su texto canónico es el ya mencionado de Luhmann.

El sistemismo sociológico más elaborado descansa en una epistemologia holista que, en lo relativo a la teoria sociológica, acumula al evolucionismo clásico, al Durkheim teórico del hecho social y al modelo estructural-funcional y, en la actuaiidad, toma en préstamo ingredientes teóricos importantes a la biologia de signo "autopoiético" y a la informática.

La teoria sistemica de Luhmann pretende, también en sociologia, romper las fronteras entre ciencia y tecnologia.

La teoria sociológica, una vez que 1os diversos sistemas que conforman a la sociedad son lo suficientemente patentes como para observarse, justificarse y orientarse por si mismos, debe erigirse en tecnologia de la comunicación (entendiendo por tal la "interpenetración" sistema a sistema, con el fin de reducir incertidumbre y potenciar rumbos correctos).

Los "sistemas" de Luhmann -ser humano, economia, política, derecho, ciencia, sociedad, medio ambiente, etc.- son todos ellos autosuficientes y autónomos; modifican sus elementos constitutivos a la par que se autoobservan, y no forman una cadena de menor a mayor, sino que, como mucho, se "interpenetran" en su permanente ejercicio de observación y modificación.

Tal "interpenetración" es factible hoy dia por el hecho de que la consolidación sistemica se plasma en realidades institucionales que son expresión o "escaparate" de cada uno de 1os sistemas -asi: leyes en relación con el sistema juridico; mercado en relación con el sistema económico; opinión pública en relación con el sistema politico, etc.-, 1o cual facilita que el ejercicio radical de autotransformación que Luhmann denomina "autopoiesis" se realice "en compañia".

La teoria avanzada de sistemas asimila al sistemismo cibernético o sociológico clásico (como el de Buckley), basado en la concatenación entre cada sistema social y su entorno, y no en la "autopoiesis" y la "interpenetración" defendidas por Luhmann. También pudiera decirse que asimila al neofuncionalismo empeñado en conciliar el sistema de la personalidad con el de la sociedad.

La plausibilidad investigadora de este enfoque es evidente en 1o relativo a su defensa de 1os procesos diferenciación funcional intersocietarios, que rompe con 1os viejos criterios estratigráficos limitados al ámbito de cada uno de 1os Estados nación, y crea nuevos ejes -como el mediático o el financiero para el estudio de 1os modernos sistemas mundiales de desigualdad.

También son empíricamente sugerentes algunas de las categorias sistémicas tipicas -complejidad, riesgo-, las cuales invitan al logro de una mayor parsimonia metodológica entre 1os confines de la psique, el sistema social y el sistema medioambiental.

Claro esta que el sistemismo luhmaniano -según ha puesto de manifiesto Habermas sin ir más lejos, en sus frecuentes "fuegos cruzados" con el teórico actual de sistemas por antonomasia- debe pechar con los lastres de la tentación metabiológica en lo tocante a la definición de las metas colectivas, la proclividad hacia el cinismo o realismo sociológico exagerado (puesto que "tecnologiza" la toma pública de decisiones) y el desmesurado culto a las virtudes endógenas de cambio protagonizadas por unos sistemas sociales trasmutados en virtuales macroorganismos.

La teoria de la decisión racional

Esta teoria, cuyo adherente más puro es sin duda Coleman, pretende universalizar sociológicamente 1os hallazgos de la teoria económica neoclásica, la que se basa en el cáiculo anticipado de la rentabilidad de la conducta como parámetro explicativo de la conducta misma -la individual y la colectiva-, entendida la última como agregado de conductas individuales.

El anclaje epistemológico del decisionismo pasa por el individualismo metodológico, la lógica utilitaria, el modelo intencional de la acción y la teoria de juegos.

De todo el1o se deriva una concepción estratégica de la acción colectiva que explica el curso de las decisiones o elecciones entre alternativa a tenor de 1os escenarios concretos y, además, contrastando los resultados anticipables de la acción con 10s resultados efectivos de esa misma acción.La teoria de la decisión racional acumula un aspecto del marxismo clásico (el de la lucha de clases como expresión estrategica de la defensa organizada de intereses), el individualismo maxweberiano, la teoria de la acción de Pareto y las teorias clásicas del intercambio social. Igualmente, podria decirse que asimila en parte la teoria del conflicto de Dahrendorf y la sociologia histórica (basada en la reconstrucción de la acción colectiva) de, pongamos por caso, Tilly.

La plausibilidad investigadora de esta teoria se refiere fundamentalmente a sus pertinentes modelos explicativos de la recién mencionada acción colectiva, que no eluden la paradoja ni la contradicción en sus formulaciones y que parten del supuesto ineludible de la generación de efectos perversos. Incluso procesos aparentemente anárquicos como las revoluciones han podido ser reelaborados a partir de esta perspectiva. Tarnbién el decisionismo ha sido capaz de construir análisis del cambio social inspirado en la tradición del símil constitucionalista (Buchanan, Coleman, Sciulli). La teoria de la decisión racional, sin embargo, ha sido tildada de practicar un exagerado "imperialisme microeconómico". Esto es más evidente en el caso de Coleman y no tanto en otros autores como Boudon o Elster.

Si que es verdad, en definitiva, que el decisionismo ignora, metodológicamente hablando, la autonomia de los órdenes culturales y la influencia en la conducta de los factores emocionales. Constituye una excelente herramienta intencionalestratégica
que, no obstante, al menos en mi opinión, no puede arrumbar modelos explicativos adyacentes, como los basados en variables culturales y los psicosociales.

La teoria cognitivista

Considerar a esta opción como "avenida fuerte" en teoria sociológica proviene de mi convicción personal de que el cognitivismo -o análisis neurofisiológico de la conciencia- aplicado a la sociologia puede contemplar mutuamente, buscando su convergencia, a dos apuestas teóricas que, en puridad, vendrian lastradas por epistemologias no suficientemente universalizadoras.

Me refiero, por una parte, a la sociobiologia y, por otra, a la etnometodologia. La primera mantendria con vehemencia que la conducta grupal y, a la larga, el orden social, pueden ser explicados a la luz de la biologia genética, pero ella misma se declararia incapaz (desde los tiempos de Wilson) de explicar y pormenorizar la variadisima y compleja respuesta cultural -lengua, sistemas económicos, de parentesco, de autoridad, etc.- en que se versatiliza el patrimonio genético, dejando la tarea para una nueva teoria sociológica de base material.

Por su parte, la etnometodología, si quisiera ser nada menos que la microteoria fenoménica del orden social, habria avanzado sustancialmente en su indagación en torno a las bases interpersonales de las que emergen normas y convicciones, pero no podria encontrar un elemento teórico metacontextual al que remitirse.

Pues bien, con la adopción del marco cognitivista en el estudio de los microprocesos de la vida social, asi como en el estudio de las estructuras y pautas globales de la sociedad derivadas de los anteriores, la tradición etnometodológica está en condiciones de hallar ese referente truncado -esto es, los fundamentos neuronales de la cognición y, en los escenarios sociológicos, de la representación mental y de sus repercusiones estratégicas-.

En cuanto a la sociobiologia, encontraria en los estudiosos de la interacción social con base cognitiva unos aliados que le proporcionarian las herramientas socioculturales de las que carece. En resumen, la teoria sociológica de orientación cognitivista daria el espaldarazo de adultez epistemológica a las tradicioness psicosociaies y etnográficas.

La epistemologia cognitivista -que, dicho sea de paso, busca con este rótulo la unificación de las ciencias humanas- hunde sus raíces en la psicologia social clásica, en la nueva psicologia neuronal, en la sociolingüística, en la lógica formal y en la inteligencia artificial.

Por acumulación, incorpora a su patrimonio histórico al darwinismo social, al pragmatismo, al conductismo, al Durkheim de las representaciones colectivas y a la antropologia cultural y posdurkheimiana, y aun al Simmel teórico de las "formas (normativas) de socialización".

En el presente, pudiera asimilar (de la mano, fundamentalmente, de Cicourel) a la etnometodologia, a la etnografia de la ciencia practicada por autores como Latour o Knorr-Cetina, y probablemente también a otras construcciones, como las de Collins y Elias, en las que las emociones tienen un papel crucial a la hora de delimitar la construcción del orden social y la evolución civilizatoria. Del mismo modo abrazaria a teorias sociolingüisticas y "ontosocio-genéticas" como las de Piaget y Chomsky, manteniendo, al hacerlo, la misma polémica de origen que diferencia al uno del otro.

Por decirlo con palabras más claras, el inmanentismo de Chomsky y el emergentismo de Piaget son continuados, ya en terrenos cognitivistas, por la polémica que divide a los teóricos de "orientación cccomputacional (como Johnson-Laird) y a los de orientación individualista y ccautopoiética" (como Varela y Maturana, opuestos, por cierto, a la adopción sistémica de su concepto clave llevada a cabo, según sabemos, por Luhmann).

La plausibilidad investigadora de la teoria cognitivista se evidencia en sus aportaciones a la teoria del aprendizaje y de la conducta colectiva entendida como proceso de serialización. A la vez, el cognitivismo resulta impagable como enfoque fuertemente orientado hacia la experimentación. Por contra, genera problemas como su tendencia al reduccionisme psicológico y a la puesta en cuestión de la posibilidad misma de mantener la autonomia del discurso cientifico-social.

A modo de conclusión

La reserva que acabo de introducir en 1o concerniente ai cognitivismo puede servirnos para separar, por parejas, a las cuatro "avenidas" consideradas.

En efecto, la teoria de la decisión racional y la teoria cognitiva comparten su proclividad a ser englobadas en constelaciones teóricas que se proponen trascender la vieja frontera que separa entre si a las ciencias sociales (e incluso, en el caso de la teoria cognitiva, la que separa a las ciencias biológicas de las humanas).

Por su parte, la teoria comunicativa y la teoria de sistemas serian más ortodoxas en
su ánimo de mantener un puesto autónomo para la teoria de la sociedad (y su depuración, la teoria sociológica), aunque, en 1o relativo a Luhmann, la impronta de esta parcela adquiera un cariz "tecno1ógico".

Puestas asi las cosas, la vieja distinción, que a mi particularmente me gusta introducir, entre sociologias de orientación comunitaria y sociologias de orientación societaria, estaria dando paso a un nueva contraposición entre sociologias con vocación de fundirse en antropologías integrales de signo económico o psicobiológico, y sociologias empeñadas en mantener, en el seno del diálogo interdisciplinaria, la autonomia de la teorización sociológica.
Yo inclino mis simpatías por las segundas, sin saber a ciencia cierta si se trata de un reflejo conservador o de un recurso resabiado a la hegeliana astucia de la razón.

(...)
*

26.4.10

Sociological Perspectives

*
Bold, indents, parentheses with question marx, separation and suppression of some paragraphs are ours to study effects.

Retrieved from

"http://en.wikipedia.org/wiki/Sociological_Perspectives"

Sociological Perspectives

From Wikipedia, the free encyclopedia

Sociological perspectives, theories, or paradigms, complex theoretical and methodological frameworks used to analyze and explain an object of social study.

Theory is informed by epistemological discussions as to the most reliable and valid methods to use in the conduct of social science. Perspectives also relate to core assumptions regarding the ontological nature of the social world.

Theory is thus informed by historical debates over positivism and antipositivism, debates over the primacy of structure and agency, as well as debates relating to other fundamental key concepts in the social sciences and humanities in general (e.g. materialism, idealism, determinism, dialecticism, modernity, globalization, postmodernity, and so on).

Three (Two?) Major Perspectives in Sociology

Sociologists analyze social phenomena at different levels and from different perspectives. From concrete interpretations to sweeping generalizations of society and social behavior, sociologists study everything from specific events (the micro level of analysis of small social patterns) to the “big picture” (the macro level of analysis of large social patterns).

(...)

Some of the major general sociological theories (and their variants) include:

Conflict theory: focuses on the ability of some groups to dominate others, or resistance to such domination.

Critical theory: aims to critique and change society, not simply to document and understand it.

Ethnomethodology: examines how people make sense out of social life in the process of living it, as if each were a researcher engaged in enquiry.

Feminist theory: focuses on how gender inequality has shaped social life.

Functionalism: focuses on how elements of society need to work together to have a fully functioning whole.

Interpretive sociology: This theoretical perspective, based on the work of Max Weber, proposes that social, economic and historical research can never be fully empirical or descriptive as one must always approach it with a conceptual apparatus.

Network theory: A structural approach to sociology, most closely associated with the work of Harrison White, that views norms and behaviors as embedded in chains of social relations.

Social phenomenology: The social phenomenology of Alfred Schütz influenced the development of the social constructionism and ethnomethodology.

Positivism: Social positivists believe that social processes should be studied in terms of cause and effect using 'the' scientific method.

Also:

Sociological positivism

Postcolonial theory

Rational choice theory: models social behavior as the interaction of utility maximizing individuals.

Social constructionism: is a sociological theory of knowledge that considers how social phenomena develop in particular social contexts.

Structural functionalism: also known as a social systems paradigm, addresses the functions that various elements of the social system perform in regard to the entire system.

Symbolic interactionism: examines how shared meanings and social patterns are developed in the course of social interactions.

Dramaturgical perspective: a specialized symbolic interactionism paradigm developed by Erving Goffman, seeing life as a performance

Criminology

(...)

Differential association theory

Labeling theory

Rational choice theory (criminology)

Social disorganization theory

Social learning theory

Strain theory (sociology)

Subcultural theory


Social movements

(...)

Sociologists have developed various theories about social movements [Kendall, 2005]. Chronologically (by approximate date of origin) they include:

Collective behavior/collective action theories (1950s)

Relative deprivation theory (1960s)

Value-added theory (1960s)

Resource mobilization/Political process theory (1970s)

Frame analysis theory (1970s)

New social movement theory (1980s)

New cultural theory (1990s) -- James Jasper, Jeff Goodwin et al.

Sociology of science and technology

(...)

Sociologists have been active in developing theories about the nature of science and technology:

"Institutional" sociology of science (Robert K. Merton) (1960s)

Sociology of scientific knowledge (1970s)

Social construction of technology (1980s) - variant of SSK focusing on technology studies.

Actor-network theory (1980s)

Normalization Process Theory (2000s)


(...)

References

(...)

Adams, Bert N. and R. A. Sydie. 2001. Sociological Theory. Pine Forge Press

Babbie, Earl R. 2003. The Practice of Social Research, 10th edition. Wadsworth, Thomson Learning Inc., ISBN 0-534-62029-9

Michael Hughes, Carolyn J. Kroehler, James W. Vander Zanden. 'Sociology: The Core', McGraw-Hill, ISBN 0-07-240535-XOnline chapter summary

Ritzer, George and Douglas Goodman. 2004. Sociological Theory, Sixth Edition. McGraw Hill.

(...) links

American Sociological Association - Theory Section

European Sociological Association: Social Theory Research Network (RN29)

International Sociological Association: Research Committee on Sociological Theory (RC16)

Sociological Theory (journal)

Cliffs Notes - Three Major Perspectives in Sociology

Retrieved from

"http://en.wikipedia.org/wiki/Sociological_Perspectives"
(...)
*

16.4.10

Abenjaldún: imperio y administración pública

*
A Abenjaldún se le puede considerar el primer economista, sociólogo y politólogo. Las ciencias sociales en su época, estaban poco diferenciadas. Y tuvo la virtud de aplicar su genialidad a la observación minuciosa de los procesos sociales de su época, entrelazando con relaciones de causa y efecto una serie de fenómenos sociales definidos, es decir conceptualizados o categorizados. El resultado fué que proporcionó a la humanidad bases teóricas para las ciencias sociales, avanzando más en la explicación causal de hechos sociales, como corresponde a su tiempo y genio. Sus teorías y relatos son un paso adelante del que los tratadistas griegos y latinos nos legaron en la interprestación de los hechos sociales.

Un ejemplo de la calidad analítica de Abenjaldún se encuentra en "El concepto de la Administración Pública en los Imperios Musulmanes", que puede leerse y descargase en el siguiente vínculo:

http://www.juridicas.unam.mx/publica/librev/rev/rap/cont/46/pr/pr12.pdf

Agudamente, por ejemplo, observa que el hecho de que el pueblo judío haya vagado por el desierto durante cuarenta años, tuvo la finalidad de que la generación que presenció y soportó la esclavitud pereciera y se "reemplazara por otra a la cual la humillación de la esclavitud le era desconocida".
*

Los prolegómenos de Abenjaldún

*
Las negrillas, sangrías y separación de algunos párrafos son nuestros para efectos de estudio.

Tomado de:

http://www.ibnjaldun.es/index.php?id=73

La Muqaddima o “Prolegómenos a la Historia Universal”, la obra más conocida y representativa de Ibn Jaldún, fue redactada a lo largo de unos cuatro años. La Muqaddima conforma una obra enciclopédica donde los temas que se abordan se presentan perfectamente ordenados en una introducción y seis grandes capítulos (abwab) que se articulan en varias secciones.

Con esta obra Ibn Jaldún nos acerca a su propia concepción de la Historia al tratar de la las distintas civilizaciones, las dinastías y los poderes estatales, las ciudades o las aldeas, las artes o las ciencias.
Analiza los múltiples fenómenos ideológicos, políticos, económicos o sociológicos que nos podemos encontrar en el complejo entramado de la sociedad humana.
El planteamiento de la Muqaddima presenta un hilo conductor riguroso basado en innumerables fuentes.

Un aspecto que caracteriza a la Muqaddima es que aporta una serie de conceptos generales aplicables a cualquier conjunto de hechos históricos con diferentes situaciones espaciales y temporales.

El propósito del estudio de las sociedades que realiza Ibn Jaldún es, sobre todo, el del análisis histórico.

Este historiador, que además es también filósofo, economista y sociólogo, apoya la historia, los hechos tangibles y distingue entre la narración escueta de los hechos –objeto de la historiografía– y la interpretación filosófica de esos mismos acontecimientos.

La obra de Ibn Jaldún ha llegado hasta nuestros días conservada en varios manuscritos, algunos de ellos redactados en vida de nuestro autor.

Es muy significativo que existan de esta obra un importante número de manuscritos conservados.

El autor finalizó su estudio en torno a 1378 y, posteriormente, fue realizando nuevas incorporaciones hasta dos años antes de su muerte.

Las ediciones árabes se comenzaron a publicar a partir del siglo XIX. La primera versión en árabe de la Muqaddima se imprimió en Bulaq, cerca de El Cairo en 1857. Esta edición sirvió de base a casi todas las ediciones orientales posteriores. La primera edición europea completa de esta obra se publicó por primera vez en París en 1858.
*

Abenjaldún...¿fundador de la Sociología?

*

Las negrillas, separación de algunos párrafos y traducción libre son nuestros para efectos de estudio.

Tomado de:



Traducción libre al español (CE)

Abenjaldún

Recientemente algunos sociólogos argumentan que Abenjaldún puede ser considerado el fundador de la Sociología porque desarrolló conceptos sociológicos importantes como fuerzas sociales, hechos sociales y leyes sociales.

Su trabajo enfatizó tanto en el conflicto como en la solidaridad iniciando así la perspectiva de la relación entre el funcionalismo y el conflicto.

Sin embargo, debido a que fué desconocido durante mucho tiempo por la mayoría de sociólogos, su impacto en la sociología ha sido mínimo.


Abdel Rahman Ibn-Khaldun (1332-1406)


Recently, some sociologists have argued Ibn-Khaldun might be considered the founder of sociology because he developed important sociological concepts such as social forces, social facts, and social laws. His work emphasized both conflict and solidarity, thus being related to both functionalism and the conflict perspective. However, since he was largely unknown to most sociologists, his impact on the field has been minimal.
*

*

13.3.10

Francia: cuna de la Sociología

*
Las negrillas, sangrías y separación de algunos párrafos son nuestros para efectos de estudio.

El presente extracto ha sido tomado de un curso de mailxmail, constituye el capítulo 2 del mismo.

Tomado de:

http://www.mailxmail.com/curso-sociologia-ciencia-servicio-humanidad/precursores-montesquieu-rousseau-tocqueville

La sociología, una ciencia al servicio de la humanidad.

Precursores: Montesquieu, Rousseau, Tocqueville

Autor: Suyapa Alvarado


Fecha publicación: 09/06/2005

Precursores: Montesquieu, Rousseau, Tocqueville

CHARLES LOUIS DE SECONDAT MONTESQUIEU(1688-1755), , Escritor y filósofo francés.

Criticó la sociedad de Luis XIV.

Elaboró la teoría de la división de poderes (ejecutivo, legislativo y judicial) que influiría en el pensamiento liberal de la Revolución Francesa.

Se le considera precursor de la Sociología por su obra "Consideraciones sobre las Causas de la Grandeza de los Romanos; Análisis Comparado de Historia de las Civilizaciones";

interesado por los problemas del poder político y de las instituciones, escribió El Espíritu de las Leyes y las Cartas Persas.

Su aporte al pensamiento sociológico radica en dos aspectos centrales. Por un lado realizó una clasificación de las sociedades en tipos, lo que le permitió compararlas unas con otras; por otro lado se preocupó por estudiar las leyes que se aplican tanto a la naturaleza como a las sociedades humanas.

Para Montesquieu, la estructura y los cambios de una sociedad están determinados por aspectos demográficos y sociales. El crecimiento de la población y los aspectos geográficos -topografía, fertilidad del suelo, el clima, cercanía y lejanía respecto al mar, son elementos fundamentales que provocarán cambios en el resto de la sociedad.

JEAN JACQUES ROUSSEAU, (1712-1778). Pensador francés que llegó a ser considerado una de las grandes figuras del pensamiento social y político europeo de su época.

En su teoría afirma que el progreso de la ciencia y la cultura corrompen a la sociedad y la relación moral entre los seres humanos, haciendo que estos abandonen dos de las cualidades originarias, como son la igualdad y la libertad, propias de los hombres en su estado natural.

Rousseau, estaba conciente de que el ser humano no puede retroceder y volver atrás, de nuevo a su estado natural, por lo que en su obra El Emilio y El Contrato Social, sostiene que el ser humano puede reorientar y mejorar las condiciones de la vida individual y colectiva. Además, agregó que,

para superar la corrupción moral y las injusticias, se debía establecer un nuevo orden en donde la ley trate a todos por igual y los hombres fueran igualmente libres; en otras palabras, en la adopción de un contrato social

donde los individuos preservando sus intereses de carácter personal, fuesen capaces de actuar en el interés colectivo orientado hacia el bienestar de la sociedad.

ALEXIS DE TOCQUEVILLE, (1805-1859). Aristócrata francés.

Al igual que Montesquieu se le considera precursor de la Sociología por sus análisis realizados en La Democracia en América, Los Recuerdos de la Revolución de 1948 y El Antiguo Régimen y La Revolución.

En estas obras realiza una comparación entre la revolución continua que afecta a la sociedad francesa en esta época, con continuos gobiernos autoritarios y corruptos que anulan la participación de la población y el experimento de la descentralización y autogobierno de la democracia en Estados Unidos. Al realizar estos análisis Tocqueville se convierte en uno de los precursores de la Sociología comparada al contrastar las características del sistema social y político de Francia y Estados Unidos.
*

28.2.10

Teoría Sociológica Moderna

*
Las negrillas, citas en bloque y separación de algunos párrafos son nuestros para efectos de estudio.

Tomado de:

http://www.fes-web.org/publicaciones/res/archivos/res04/14.pdf

Salvador Giner (coord.)
Teoría sociológica moderna
Barcelona, Ariel, 2003.


Los que tuvimos la suerte de leer su excelente Teoría social clásica (editada también por Ariel en 2001) hemos esperado de S. Giner con impaciencia e inusitado interés su prometida entrega sobre la teoría sociológica contemporánea. Desde su ya clásica obra Sociología (manual utilizado en muchos planes de estudios de nuestras facultades) hasta

El progreso de la conciencia sociológica (editado por Península en 1978, y para mí su mejor obra),

sabemos de la sabia acumulación de conocimientos que atesora este profesor de Sociología de la Universidad de Barcelona, referente y maestro hoy de muchas generaciones de sociólogos españoles, entre los que me cabe el honor de encontrarme. Cualquier obra de Giner suscita expectación entre los que seguimos su trabajo, pero hete aquí que nos sorprende ahora con un libro de Teoría sociológica moderna, en un momento en el que cabe preguntarse si hay lugar para otro libro más sobre un tema tan trillado como éste, un tema en el que abundan los manuales al uso por ser caldo de cultivo propicio para publicar las numerosas memorias de oposición que los opositores elaboran todos los años. ¿Qué aporta realmente el libro compilado por S. Giner?.

En mi opinión lo que aporta son dos cosas: ser un proyecto de libro colectivo y estar formado en su totalidad por trabajos de sociólogos españoles. Lo primero puede no ser novedoso, ya que hay infinidad de manuales de sociología constituidos por la conjunción de trabajos de diferentes autores; pero S. Giner ha tenido el acierto y la generosidad de invitar a sociólogos de diversas generaciones, que han hecho una lectura serena y madura de los distintos enfoques ofreciendo una obra que, salvo algunas deficiencias, lagunas e improvisaciones,compendia el grueso de la teoría sociológica contemporánea. La virtud de este libro frente a otros manuales escritos por un solo autor radica en que cada enfoque es analizado con profundidad, rigor y claridad expositiva por especialistas o sociólogos que, por formación o empatía teórico-metodológica, se sienten cercanos al enfoque elegido. El hecho de ser muchos de ellos sociólogos ya veteranos en estas lides, que, a buen seguro, han tratado una y mil veces con la materia sociológica que han escogido, nos permite encontrar en su trabajo un análisis sereno y destilado de los elementos que componen cada enfoque teórico, mostrándonos con apasionamiento el contexto en el que emerge y algunos de los datos biográficos de los personajes que contribuyeron a su génesis y desarrollo.

La segunda característica de esta obra (ser un proyecto formado en su totalidad por sociólogos españoles) dice mucho en favor de S. Giner, quien desde hace ya muchos años lleva adelante una especie de cruzada para que la sociología española gane autoestima y saque la cabeza dignamente en el contexto internacional sin perder sus raíces y singularidades.

LAS APORTACIONES Y LOGROS DE LA SOCIOLOGÍA

El libro se inicia con una primera parte que incluye dos excelentes trabajos sobre el lugar de la sociología en el mundo del conocimiento y la cultura contemporánea.

Emilio Lamo de Espinosa en su trabajo titulado «¿Para qué la ciencia social?» nos introduce en la problemática epistemológica de la sociología y analiza las condiciones sociales de la producción de datos sociológicos. La tesis de Lamo de Espinosa es que las sociedades contemporáneas, al hacerse más y más complejas, necesitan de forma perentoria ser analizadas por observadores externos para conocer las condiciones de su propia reproducción, y es ahí donde la sociología adquiere relevancia pública y le hace salir del mundo académico para sumergirse en la propia sociedad a la que estudia. De este modo, el lenguaje sociológico se populariza, dejando de ser lenguaje científico para convertirse en lenguaje ordinario, y la sociología acaba convirtiéndose en etnosociología.

En definitiva, ha cambiado el entorno en el que se desenvuelve la sociología, y ese cambio altera los parámetrosontológicos en que se desarrolla nuestra disciplina, hasta el punto que hoy los sociólogos producimos información que, al ser digerida por la sociedad, modifica la realidad que tratamos de captar.

S. Giner en su trabajo «El logro de la sociología» hace un balance de la presencia social de nuestra disciplina y concluye que la sociología, su modo de entender la vida y las cosas, es ya parte esencial del espíritu de nuestro tiempo. No obstante, señala que esta victoria es ambivalente, pues, si bien los sociólogos han contribuido a que conozcamos más y mejor cómo es y cómo funciona la sociedad en la que vivimos, ha generado el efecto perverso del sociologismo, es decir, de creer que todo lo que ocurre en el mundo puede y debe explicarse desde la sociología.

A diferencia de otras disciplinas científicas, es verdad que la sociología no ha sido capaz de establecer grandes leyes sociales, ni precisas regularidades históricas, ni ecuaciones que expliquen satisfactoriamente procesos sociales complejos, pero sí ha conseguido avanzar en el entendimiento de la sociedad, acumulando conocimiento objetivo.

LAS GRANDES CORRIENTES DE LA SOCIOLOGÍA MODERNA

El trabajo de Miguel Beltrán, titulado «Funcionalismo, estructuralismo y teoría de sistemas» y en el que aborda uno de los enfoques más relevantes de las ciencias sociales contemporáneas (denominado funcionalismo, estructuralismo o estructural funcionalismo), puede verse en el proyecto del libro como un capítulo

puente entre la teoría sociológica clásica y la moderna.

Adentrándose en las ideas sistémicas y funcionalistas presentes en autores clásicos (como Spencer, Durkheim y Pareto), el autor analiza la relevante aportación de la antropología (encarnada en autores como Radcliffe-Brown y Malinowski), para pasar más adelante a la monumental obra de Parsons, mostrando cómo el sociólogo norteamericano transita de lo estructural a lo funcional, del esquema de la acción social a los requisitos funcionales del sistema social.

El estructuralismo como movimiento intelectual surgido en Europa durante los años 60 del siglo XX es analizado por José A. Noguera en su artículo «El neoestructuralismo
sociológico».

Revisa, primero, la concepción estructural del lenguaje en Saussure y su influencia en la antropología (Levi-Strauss) y la sociología (Foucault), exponiendo en la parte final de su trabajo la influencia del estructuralismo en el pensamiento marxista (Althusser, Poulantzas o Godelier).

Joaquín Sempere analiza el «marxismo sociológico», señalando su importante aportación a las ciencias sociales (como la teoría de las clases sociales y la desigualdad o la teoría de la explotación, o términos como enajenación y alienación) y analizando algunas de sus más significativas derivaciones (como la teoría crítica de la Escuela de Frankfurt) o los esfuerzos renovadores desarrollados en los países del bloque soviético, mostrando también la penetración del pensamiento marxista en España de la mano de Manuel Sacristán.

Los intentos recientes por adaptar las teorías marxistas a las exigencias epistemológicas de las ciencias sociales modernas (basadas en el supuesto del individualismo metodológico) y que han dado lugar a la corriente denominada «marxismo analítico», es analizada en el capítulo de Daniel Raventós, quien muestra cómo esta corriente teórica apuesta, bajo la influencia de la teoría económica, por la elaboración de modelos (inspirados muchos de ellos en la teoría de juegos y la elección racional como el mejor modo de mejorar nuestro conocimiento sobre el funcionamiento de lassociedades complejas.

Teresa González de la Fé analiza dos enfoques teóricos de gran relevancia para el pensamiento social contemporáneo: el interaccionismo simbólico y la etnometodología, asumidos por muchos sociólogos norteamericanos como reacciones al predominio del funcionalismo en los años 40 y 50 y que luego se extendieron por la sociología europea en los años 70.

En lo que se refiere al primero de esos dos enfoques (el «interaccionismo simbólico») la autora realiza un exhaustivo recorrido por sus orígenes, encontrando sus raíces teóricas en el pragmatismo filosófico norteamericano, y en su asunción por Cooley, primero, y luego por Mead. Analiza la gran aportación de la Escuela de Chicago, donde autores como Blumer elaborarían un paradigma teórico alternativo al funcionalismo exponiendo la idea de la sociedad como un orden negociado entre individuos que interactúan y proponiendo una metodología fundamentalmente cualitativa que centra el punto de mira en el nivel micro.

En lo que respecta a la «etnometodología», González de la Fé señala que este enfoque puede verse como resultado del encuentro entre la sociología norteamericana y la fenomenología, gracias a la obra de Garfinkel, quien, en un diálogo crítico con la obra de Parsons, construye una crítica radical a la convencional sociología positivista, crítica más radical aún que el interaccionismo simbólico con el que puede vérsele cierto parentesco.

Esta segunda parte del libro se cierra con el análisis de la «teoría de la elección racional» y su influencia en la sociología, realizado por Fernando Aguiar, Henar Criado y Francisco Herreros.

Desmintiendo la opinión bastante común de que el enfoque de la acción racional es un asunto de los economistas que tiene difícil encaje en el pensamiento sociológico, los autores recurren a la obra de Weber para reivindicar la existencia de una tradición individualista en el método sociológico, señalando la construcción de la conducta individual como un tipo ideal basado en la racionalidad respecto a fines.

No obstante, señalan que el hecho de que en la sociología la racionalidad respecto a valores desempeñe un papel fundamental en la acción social conlleva la necesidad de que la teoría de la elección racional incluya todo lo relativo a las normas sociales si quiere obtener carta de naturaleza entre los sociólogos, siendo ésa precisamente la aportación de autores como Elster o Coleman.

ALGUNOS CAMPOS DE INDAGACIÓN SOCIOLÓGICA

La tercera parte del libro se dedica a presentar diversos campos de la investigación social moderna, mostrando sus hipótesis, hallazgos y constataciones.

Antonio Ariño analiza la dimensión simbólica de la vida social, que constituye hoy la base de lo que puede entenderse como una «sociología de la cultura».

Cristóbal Torres trata de la tradición sociológica que se ocupa de «la ciencia y el conocimiento científico», exponiendo una especie de decálogo de los principales hallazgos o principios fundamentales de esta especialidad.

La sociología de la comunicación y de los medios técnicos que produce la llamada «sociedad de la información» es analizada por Trinidad Bretones y Cándido Monzón, distinguiendo ambos campos como objeto de disciplinas cada vez más especializadas.

Los procesos de reestructuración de las sociedades industriales avanzadas ocupan el capítulo de Carlos Prieto, centrado en el análisis de los cambios experimentados en el ámbito del trabajo y de la disciplina sociológica encargada de estudiar este asunto (la «sociología del trabajo»).

Temas emergentes como el medio ambiente son el eje del análisis desarrollado por David Tábara, quien desentraña las claves de la «sociología ambiental» y postula su tránsito hacia una «sociología ecológica». A la hora de explicar las relaciones entre medio ambiente y sociedad, el autor rechaza la disputa entre realismo ecológico y constructivismo social y apuesta por una síntesis entrambas perspectivas.

Anna Alabart analiza los rasgos característicos de la «sociología urbana» planteando los diversos temas que componen hoy el programa de investigación de esta disciplina: el significado y sentido de la ciudad; los cambios en su estructura socio-territorial; las causas y efectos de las problemáticas urbanas; la teoría y la práctica de la planificación urbanística y la participación del sociólogo en este ámbito profesional.

Xavier Godás trata el tema de los «movimientos sociales» exponiendo las distintas teorías contemporáneas que dan cuenta de este fenómeno de acción colectiva: las teorías del comportamiento colectivo, el paradigma estratégico y la perspectiva de los nuevos movimientos sociales, añadiendo las más recientes aportaciones que dan cuenta de los llamados «novísimos» movimientos sociales (como los movimientos por la solidaridad o los de la antiglobalización).

Manuel Pérez Yruela y el propio Salvador Giner califican la sociedad contemporánea como «sociedad corporativa», fijando su atención en las corporaciones (sindicatos, asociaciones empresariales, partidos políticos,...) como formas de mediación de los conflictos sociales, canalizando la intermediación social y articulando la relación entre el Estado y la sociedad civil en el mundo contemporáneo.

Por último, Luis Moreno trata en dos capítulos la «dimensión política de las sociedades modernas» y las distintas teorías sobre la base ciudadana de las democracias y la componente asistencial del Estado del bienestar en el mundo de hoy.

MACROSOCIOLOGÍAY MODERNIDAD

En la cuarta parte del libro, Salvador Aguilar y Salvador Giner cubren el aspecto macrosociológico de la teoría sociológica en su esfuerzo por plantear hipótesis (plausibles y basadas en la síntesis de conocimientos empíricos) sobre la dinámica de la humanidad y el surgimiento de la modernidad, así como sobre la dirección que toma este proceso en la sociedad contemporánea.

Los autores señalan que este afán por entender y explicar la sociedad en su conjunto ha impregnado la tradición sociológica desde sus orígenes, si bien hoy la tendencia es a analizar cambios específicos y observables mediante una profunda renovación de los datos y enfoques sobre la secuencia evolutiva, introduciendo una visión plural del proceso modernizador.

José E. Rodríguez Ibáñez aborda en su trabajo la crítica que, desde la sociología, se ha hecho al propio proceso de modernización.

En su recorrido por el pensamiento crítico de la modernidad, el autor analiza las ideas de la sociedad masa (Mannheim, Ortega y Arendt), de la cosificación (aportada por el marxismo cultural de Lukács) y de la represión sexual (analizada desde el freudomarxismo de Reich), para adentrarse después en las contribuciones de la Escuela de Frankfurt (Horkheimer, Adorno, Marcuse y Benjamin).

La herencia de la primera generación de esta sociología crítica es recogida por Habermas, quien recrea el legado frankfurtiano para construir una ambiciosa obra que gira en torno a la dimensión comunicativa de la sociedad y que tiene innegables consecuencias ético-políticas al realizar una firme defensa del orden democrático en tanto ideal político y moral e incorporar ideas renovadoras (como la del patriotismo constitucional) o demandas de signo pacifista o ecologista (como las que emanan de los nuevos movimientos sociales). El trabajo de Rodríguez Ibáñez finaliza con una revisión de la sociología crítica en los albores del siglo XXI, mostrando sus posibles derivaciones en los esfuerzos de los sociólogos por encontrar categorías apropiadas para la situación que caracteriza hoy al mundo contemporáneo (mundialización económica, expansión sin límites de las telecomunicaciones, revolución informática, crisis de las grandes ideologías,...). En definitiva, estamos ante un brillante proyecto colectivo cuyo alcance no debieraverse empañado por algunas deficiencias observadas en la edición y que tal vez sean fruto de las angustias finales en el cierre de este tipo de proyectos editoriales. Así, se observan improvisaciones formales fácilmente subsanables en futuras ediciones (como la de homogeneizar las secciones bibliográficas, claramente descompensadas de unos trabajos a otros), extensiones excesivas en algunos capítulos (como los del interaccionismo simbólico y la etnometodología), añadidos innecesarios en otros (como la sección de la renta básica en el capítulo del marxismo analítico) y diversas lagunas (como la ya comentada de la sociología rural) y repeticiones de difícil justificación (como el doble tratamiento que se hace de la teoría de la sociedad masa o de la sociología crítica frankfurtiana).

Salvador Giner ha reunido en esta obra un excelente conjunto de sociólogos españoles de diversas generaciones. Aunque la designación de los temas y autores siempre suele ser un asunto opinable (pues, toda selección comporta exclusiones), en este caso, y después de una lectura reposada de los distintos textos, puede decirse que todos los incluidos dan brillo al proyecto (bien es cierto que unos trabajos más que otros), ofreciendo un material de gran utilidad para profesores y alumnos de las facultades de sociología y para toda persona que con curiosidad desee acercarse a lo que dicen los sociólogos sobre la sociedad contemporánea.

Con obras como ésta se dignifica la profesión de sociólogo,

mostrando que, detrás de sus juicios aparentemente cargados de obviedad, hay un refinado aparato conceptual y una valiosa acumulación de conocimiento serio y riguroso.

EDUARDO MOYANO ESTRADA
IESA-CSIC, Córdoba

RES nº 4 (2004) pp. 293-298
*

22.2.10

La Democracia en América

*
Las negrillas, cursivas, citas en bloque, separación y supresión de algunos párrafos son nuestros para efectos de estudio.

La democracia en América
De Wikipedia, la enciclopedia libre

Alexis de Tocqueville, autor de La democracia en América.La democracia en América (cuyo título original en francés es De la démocratie en Amérique) es un texto clásico del pensador, político, jurista e historiador francés Alexis de Tocqueville (1805-1859) sobre la democracia en América, en particular sobre los Estados Unidos, en el que el autor analiza los puntos fuertes y débiles de ese país. Fue publicado en dos partes: la primera, en 1835, y la segunda en 1840. Si bien la traducción al inglés es literalmente On Democracy in America, la obra se conoce normalmente en ese idioma por Democracy in America.

El viaje de Tocqueville a América

En 1831 Alexis de Tocqueville y Gustave de Beaumont, ambos franceses, fueron enviados por el gobierno galo para analizar el sistema penitenciario norteamericano. Llegados a Nueva York en mayo, pasaron nueve meses viajando a través del país, observando no solamente las prisiones sino muchos otros aspectos de la sociedad norteamericana, como la economía y la política. También pasan una temporada en Canadá, en concreto el verano de 1831, tanto en el Bajo Canadá como en el Alto Canadá -provincias que luego se convertirían en Quebec y Ontario-.

Tras haber retornado a Francia en febrero de 1832, ambos redactaron el informe de 1833 sobre el sistema carcelario norteamericano titulado Du système pénitentaire aux États-Unis et de son application en France (Del sistema carcelario de los Estados Unidos y su aplicación en Francia). Beaumont escribió enseguida una novela sobre las relaciones raciales en el país norteamericano. En cambio, Tocqueville, que estaba fascinado por la política americana, escribió un análisis político y social, La démocratie en Amérique. La última obra sería la más influyente de las dos.

Contenido

La democracia en América es sobre todo un análisis sobre la democracia representativa republicana, y las razones por las que había tenido tanto éxito en los Estados Unidos, habiendo fracasado sin embargo en los restantes países de América.

La obra se divide en dos tomos distintos, publicados de manera independiente. En la introducción al primero el autor afirma que renuncia a escribir un segundo tomo (algo que evidentemente, no cumplirá). Más que por la fecha de su publicación, ambas partes se diferencian por la temática que tratan.

El primero versa sobre el impulso que el movimiento democrático (que es una transformación social, antes de concretarse en las instituciones políticas) da a la forma de gobierno, a las leyes y a la vida política, es decir, a la democracia como estructura política.

El segundo tomo trata sobre la influencia que la democracia (esta vez como transformación social y como régimen político al mismo tiempo) ejerce sobre la sociedad civil, es decir, sobre las costumbres, las ideas y la vida intelectual.

En síntesis, el primer tomo es más político, y el segundo más sociológico.

Tocqueville especula sobre el futuro de la democracia estadounidense y sobre los peligros potenciales "para la democracia" y "de la democracia". Escribe que la democracia encierra el peligro de degenerar en lo que él describe como despotismo suavizado. Observa también que el único papel que puede desempeñar la religión es el de su separación del gobierno, aceptando un laicismo que conviene a ambas partes.

Importancia

La democracia en América tuvo numerosas ediciones a los largo del siglo XIX, alcanzando fama de manera inmediata, tanto en Europa como en Estados Unidos, y

consagrándose en el siglo XX como un clásico de la ciencia política, la sociología y la historia.

Esta obra de Tocqueville ha sido aclamada por predecir varios acontecimientos que finalmente tuvieron lugar:

en ella se predecía la abolición de la esclavitud,

o que se produciría un desgarramiento del país en forma de guerra civil.

Predijo el surgimiento de dos superpotencias mundiales, Rusia y los Estados Unidos,

así como el equilibrio bipolar (lo que hoy se conoce como guerra fría).

También advirtió contra la tiranía de las mayorías,

el despotismo popular,

la violencia partidista y

la subordinación de los más capaces a los prejuicios de los ignorantes,

así como la ausencia de libertad intelectual y

la degradación de la administración pública,

la decadencia de la asistencia social,

la educación o las bellas artes.

Que tales cosas hayan ocurrido o no es hoy en día discutible.

La obra ha sido criticada recientemente por ciertas lagunas: el autor no menciona la pobreza de las grandes ciudades, si bien se puede argumentar que en tiempos de Tocqueville (los años 30 del siglo XIX) la pobreza no era percibida de la misma manera que en épocas posteriores.

(...)

Obtenido de "http://es.wikipedia.org/wiki/La_democracia_en_Am%C3%A9rica"

(...)
*

18.2.10

Veblen, nota biográfica

*
Las negrillas, separación y supresión de algunos párrafos son nuestros para efectos de estudio.

Tomado de:

http://www.eumed.net/cursecon/economistas/Veblen.htm

Thorstein B. Veblen (1857-1929)

Principal figura de la escuela del Institucionalismo Americano, Thorstein Bunde Veblen fue un filósofo, sociólogo y economista altamente controvertido.

Nació en Wisconsin de padres de origen noruego. Estudia en el Carleton College y las universidades John Hopkins, Cornell y Yale, en la que obtiene el doctorado en 1884. Veblen trabaja en las universidades de Chicago (de donde será expulsado por mantener relaciones sexuales con alumnas), Stanford (de la que le fuerzan a irse por su actitud crítica hacia los hombres de negocio) y Missouri, sin que en ningún caso puede superar el nivel de profesor auxiliar. Fuertemente crítico con el "stablishment", fue elegido, sin embargo por sus colegas de profesión para la presidencia de la American Economic Association.

(...)

Obras

"Kant's Critique of Judgement", 1884, Journal of Speculative Philosophy
"Some Neglected Points in the Theory of Socialism", 1891, Annals of AAPSS
"Bohm-Bawerk's Definition of Capital and the Source of Wages" , 1892, QJE.
"The Overproduction Fallacy", 1892, QJE
"The Food Supply and the Price of Wheat", 1893, JPE
"The Army of the Commonweal", 1894, JPE
"The Economic Theory of Women's Dress", 1894, Popular Science Monthly
"Review of Karl Marx's Poverty of Philosophy", 1896, JPE
"Review of Werner Sombart's Socializmus", 1897, JPE
"Review of Gustav Schmoller's Uber einige Grundfragen der Socialpolitik", 1898, JPE
"Review of Turgot's Reflections", 1898, JPE
"Why is Economics Not an Evolutionary Science?" , 1898, QJE.
"The Beginnings of Ownership" , 1898, American Journal of Sociology .
"The Instinct of Workmanship and the Irksomeness of Labor" , 1898, American Journal of Sociology . (copy)
"The Barbarian Status of Women" , 1898, American Journal of Sociology .
The Theory of the Leisure Class: an economic study of institutions, 1899 - Copy (1) ; (2)
"The Preconceptions of Economic Science", Part 1 (1899),Part 2 (1899) , Part 3 (1900), QJE;
"Industrial and Pecuniary Employments", 1901, Publications of the AEA
"Gustav Schmoller's Economics", 1901, QJE
"Arts and Crafts", 1902, JPE
"Review of Werner Sombart's Der moderne Kapitalismus", 1903, JPE
"Review of J.A. Hobson's Imperialism", 1903, JPE
"An Early Experiment in Trusts", 1904, JPE
"Review of Adam Smith's Wealth of Nations", 1904, JPE
Theory of Business Enterprise , 1904 - Copy (1), (2)
"Credit and Prices", 1905, JPE
"The Place of Science in Modern Civilization", 1906, American J of Sociology
"Professor Clark's Economics", 1906, QJE
"The Socialist Economics of Karl Marx and His Followers", Part 1 (1906), Part 2 (1907), QJE
"Fisher's Capital and Income" , 1907, Political Science Quarterly .
"The Evolution of the Scientific Point of View", 1908, University of California Chronicle
"On the Nature of Capital", 1908, QJE
"Fisher's Rate of Interest" , 1909, Political Science Quarterly .
"The Limitations of Marginal Utility" , 1909, JPE.
"Christian Morals and the Competitive System", 1910, International J of Ethics
"The Mutation Theory and the Blond Race", 1913, Journal of Race Development
"The Blond Race and the Aryan Culture", 1913, Univ of Missouri Bulletin
The Instincts of Worksmanship and the State of the Industrial Arts, 1914.
"The Opportunity of Japan", 1915, J of Race Development
Imperial Germany and the Industrial Revolution, 1915.
An Inquiry into the Nature of Peace and the Terms of its Perpetuation, 1917.
"On the General Principles of a Policy of Reconstruction", 1918, J of the National Institute of Social Sciences
"Passing of National Frontiers", 1918, Dial
"Menial Servants during the Period of War", 1918, Public
"Farm Labor for the Period of War", 1918, Public
"The War and Higher Learning", 1918, Dial
"The Modern Point of View and the New Order", 1918, Dial
The Higher Learning In America: A Memorandum On the Conduct of Universities By Business Men , 1918 - (1) .
The Vested Interests and the Common Man , 1919
"The Intellectual Pre-Eminence of Jews in Modern Europe", 1919, Political Science Quart
"On the Nature and Uses of Sabotage", 1919, Dial
"Bolshevism is a Menace to the Vested Interests", 1919, Dial
"Peace", 1919, Dial
"The Captains of Finance and the Engineers", 1919, Dial
"The Industrial System and the Captains of Industry", 1919, Dial
The Place of Science in Modern Civilization and other essays, 1919.
"Review of J.M.Keynes's Economic Consequences of the Peace , 1920, Political Science Quarterly
The Engineers and the Price System, 1921. (PDF version)
Absentee Ownership and Business Enterprise in Recent Times: the case of America, 1923.
"Economic theory in the Calculable Future", 1925, AER
Essays in Our Changing Order, 1927.
*

17.2.10

Sociología Criminal

*
Las negrillas, citas en bloque y separación de algunos párrafos son nuestros para efectos de estudio.

Para nosotros, la Sociología Criminal es la rama de la Sociología que estudia el crimen y consecuentemente al criminal como un hecho social. En el tratamiento del problema de la criminalidad, existen medidas sociales de implementación inmediata, que normalmente son las represivas y las mediatas, que normalmente son las persuasivas. Las primeras tienen un contenido policial y probablemente militar cuando la criminilidad tiene forma de epidemia o pandemia social. Las segundad tienen un contenido económico y de movilidad social que genera estabilidad material y consecuentemente estabilidad espiritual. Los planes policiales solamente son eficaces en el mediano y largo plazo y también, en muchas ocasiones en el corto plazo, solamente si van vinculados a un efectivo plan de desarrollo económico y social.


Tomado de:

http://www.elprisma.com/apuntes/curso.asp?id=4965

Sociología Criminal
Por: Plutarco González
Universidad Abierta

Contenido
1. Presentación
2. Definición y concepto de Sociología
3. Consideraciones sobre Sociología Criminal
4. Endógenos y exógenos
5. Breve comentario de la familia
6. Resumen
7. Bibliografía

1. Presentación.

Desde el momento mismo del nacimiento,

nuestros padres juegan un papel importantísimo en la formación de nuestras vidas ante la sociedad, pues se carece de un criterio propio en los primeros años de la existencia, esto aunado a otros factores externos como son los de orden económico y social.

Este camino que de por sí es verdaderamente sinuoso, hay que recorrerlo con el apoyo incondicional de nuestros padres, contando además con un verdadero sentido de vocación que desde pequeños nos motive para lograr la elección de la profesión adecuada.

Tuve la oportunidad de estudiar una de las carreras universitarias mas interesantes y de enorme trascendencia social,

porque el Derecho nos proporciona armonía y convivencia apegándonos siempre a los valores morales y de justicia;

Por si esto fuera poco lo hice en una universidad en la cual estos valores son remarcados de manera sistemática, con lo cual nuestra formación profesional tiende a una excelencia que nos llena de orgullo y agradecimiento a nuestra amadísima institución.

Este trabajo trata de llevar a cabo un estudio respetuoso sobre sociología criminal, pretendiendo ser considerado no sólo como un testimonio veraz de lo que ocurre con las víctimas del medio social, sino como un estudio que pretende señalar los defectos y poner de conocimiento hechos que de mantenerse, podrían llevarla fácilmente a la corrupción y a la destrucción de su propia personalidad, al trauma psíquico, a la destrucción familiar o a la muerte violenta, todo esto con repercusión en la colectividad.

El problema aparece vinculado generalmente a problemas desde la misma infancia del individuo, conocer este peligro representa, si se detecta a tiempo, la posibilidad de eliminarlo.

Esta conclusión puede aplicarse en general a todos los delitos; la valorización de que han sido objeto estos delitos, ha sido variable a través de todas las épocas.

Sus valores y restricciones se hayan estrechamente vinculados a las condiciones de vida.

Este trabajo que con toda humildad he pretendido realizar con el fin de cumplir un deber de tesis necesaria para el examen profesional, no va mas allá de la sencillez que de quien esto escribe, pues si quien lo hace profesionalmente está expuesto a la crítica severa de sus lectores, quien lo hace como yo, como una obligación académica, lleno de nerviosismo espera la indulgencia de los que amablemente se sirvan leerlo y cuestionarlo.

2. Definición y concepto de Sociología

Son muchas las definiciones que se han ensayado con el objeto de delimitar el concepto de Sociología: Littré, la define como la “ciencia del desarrollo de las sociedades humanas”.

Max Weber, como una ciencia que se propone entender el obrar social interpretando su sentido. Bouman la define como la “ciencia de la vida humana tal como se desarrolla en grupos u otras referencias sociales”; otros autores la denominan sencillamente “ciencia de la sociedad” o “ciencia de las sociedades”. Augusto Comte, su creador, la ideó a la manera de una “física social”, que se encarga del estudio de las entidades sociales, de las sociedades humanas tal y como son, pero no como debieran ser, esto es, prescindiendo de todo juicio de índole normativo o axiológico, a la manera de las ciencias naturales, causales explicativas, que se caracterizan por el empleo del método denominado “positivo”. Quiere esto decir que la Sociología no pretende encauzar en forma alguna la vida de las sociedades, sino realizar el estudio ordenado, sistemático, científico, de los fenómenos sociales - de los cuales el delito es sin duda el más grave e inquietante - de la misma manera que la física se encarga de estudiar la mecánica de los cuerpos, y la química las combinaciones y reacciones de las substancias.

3. Consideraciones sobre Sociología Criminal

La sociología criminal es una ciencia todavía en gestación; todos los ilustres sociólogos han expuesto hasta atrevidas teorías pero todas ellas tienen un fondo de incertidumbre, sobre todo cuando tratan de enumerar las verdaderas causas de la criminalidad. Algunos autores sostienen que en el acto criminal entran un complejo de factores algunas veces difíciles de determinar.

Otros como Lombroso dicen que la causa del acto criminal está constituida por las condiciones anómalas del criminal; para Maxwel, esa causa consiste en dos elementos: individuo y sociedad, otros sostienen que es la falta del libre arbitrio, y por último, hay quienes digan que las únicas causas de la criminalidad están constituidas por la suma de las tres categorías de factores estudiados.

Manzini nos dice que la

“Sociología Criminal es la ciencia descriptiva que realiza la historia natural de la delincuencia”.

“En su rama biosociológica, la Sociología Criminal estudia los caracteres individuales del delincuente, con el fin de determinar las causas del delito y su grado de temibilidad social; en su rama jurídica, estudia la legislación preventiva y represiva de la delincuencia”.

Según su fundador, Enrico Ferri, la sociología criminal es una ciencia de observación positiva que, fundándose en la antropología, la psicología y la estadística criminal, así como el Derecho Penal y los estudios penitenciarios, llega a ser la ciencia sintética de los delitos y las penas.

La sociología criminal no estudia el problema de la criminalidad más que en uno de sus muchos aspectos.

Se ocupa sólo de la relación que existe entre el autor del delito, como sujeto activo, con la sociedad.

Estudia el acto delictuoso como un acto puramente objetivo. Las condiciones internas que motivan el hecho, y la manifestación de la voluntad, son del resorte de otra ciencia, la Psicología Criminal, importante auxiliar de las demás ciencias que con el problema que venimos estudiando se relacionan.

La sociología criminal se diferencia de la sociología general en que, mientras la primera se ocupa únicamente del fenómeno de la criminalidad, la segunda estudia todos los fenómenos en general que influyen y modifican el desarrollo y progreso evolutivo del organismo social.

La infracción es un término que significa la violación de una ley o de un precepto de la autoridad, por lo que se incurre en una sanción penal.

La sociología criminal se auxilia de las siguientes ciencias para poder cumplir bien su cometido: de la Antropología Criminal, Etnografía, Psicología Criminal, Psiquiatría, Neurología; en fin, de la Estadística Criminal, base ordinaria y eficaz de todas las observaciones sociológicas.

Arguye Ferri que la sociología criminal es una ciencia positivamente de observación, realista.

La considera como síntesis y fundamento de las ciencias anteriormente enumeradas y aún del Derecho Penal.

Es decir, constituye una ciencia en la que se resumen el delito, el delincuente y la pena. Al asentar la etiología de la criminalidad otorgándoles toda importancia al influjo de los factores antropológicos, físicos y sociales, rechaza la teoría del libre albedrío como base del derecho penal, y, al proclamar que el delincuente es un ser anormal física y psíquicamente, sugiere las bases de la responsabilidad social.

Por último Ferri, elabora una clasificación de los delincuentes desde el punto de vista de su constitución física, más bien de sus funciones orgánicas y psíquicas. Cree que el tipo del criminal nato es característico que el criminal habitual encuentra en el media social las circunstancias propicias que accionan sobre su anormalidad para llegar a la comisión del acto delictuoso,

como el loco y el congénito, que carecen del sentimiento social y moral.

Asegura también que los delincuentes pasionales y por ocasión, se caracterizan por su escaso dominio para evitar en determinado momento la realización de un delito.

Quien delinque, dice Ferri, lo hace presa de una anormalidad ya congénita o adquirida.

Rafael Garófalo también considera que la criminalidad tiene su gestión en el ambiente social y en contribución a las condiciones naturales del individuo, por lo que toda misión represiva del delito debe tener muy en cuenta que la criminalidad es un fenómeno social, debiéndose estimar y considerar de extraordinaria importancia los datos que los estudios antropológicos, físicos y sociales proporcionen.

Buscar las causas que originen el delito es la misión de la Criminología, síntesis de la ciencia del delincuente y de la ciencia de la sociedad en relación con el delito.

Aspecto social de la criminalidad

Maxwel hace un ligero resumen sobre el aspecto social de la criminalidad, en su obra “El Crimen y la Sociedad”. El carácter esencial de todo acto criminal dice, es el de ser definido por la ley escrita o consuetudinaria y el de tener señalada una sanción represiva. Este carácter no es absoluto, sino relativo, pues varía de acuerdo con las costumbres que profese cada sociedad. Los actos que antiguamente se castigaban con la pena de muerte, hoy no se castigan, y al contrario, actos que anteriormente no se castigaban, hoy se castigan con penas demasiado severas.

La noción de la criminalidad de un acto, depende del juicio que se haya formado la mayoría de los miembros del grupo social, acerca del acto que se ha reputado como criminoso; la opinión de la mayoría es un término medio y corresponde a las ideas y sentimientos aceptados por la mayor parte de los ciudadanos. Toda idea o acto contrario a esa opinión son considerados como punibles y, por consiguiente, criminales. Pero todo depende de haberse expresado la idea o cumplido el acto. La concepción de la criminalidad es esencialmente relativa, y su realidad está en relación con cada una de las sociedades existentes y con el grado de evolución de las mismas.

Como consecuencia de lo anteriormente expuesto, es fácil concluir que la concepción de la criminalidad no puede tener una uniformidad variable, su uniformidad es apenas aparente y sus elementos esencialmente variables como todo ser viviente, están sometidas a la benéfica ley de la evolución. La evolución en una sociedad se manifiesta de diferentes maneras: ella prepara a veces la modificación de ciertos caracteres étnicos y la acción de condiciones comunes dotadas de energía sobre la plasticidad de los seres. Este hecho es más fácil de observar que el de la evolución intelectual mucho más importante desde el punto de vista criminológico. El cambio rápido y sorprendente que algunas veces se lleva a cabo en los sentimientos e ideas de un pueblo, es un fenómeno de observación fácil, permanece como indeleblemente grabado sobre las ideas que ese mismo pueblo se ha formado acerca de la criminalidad. Estas modificaciones en la conciencia pública, tienen como resultado trascendental, elevar ciertos actos a la categoría de criminosos, como también el de dar ese carácter a otros actos que, hasta cierto tiempo, habían permanecido como indiferentes a la luz de la justicia.

En un movimiento incesante, la opinión pública se encarga de clasificar y desclasificar las infracciones, y llega muchas veces hasta inventar nuevos delitos; si nosotros llamamos progreso este movimiento, este intento de cambiar las costumbres existentes, sin prejuzgar si estas designaciones son verdaderas de una manera absoluta, tenemos que reconocer necesariamente en la aparente uniformidad de la criminalidad en una época y en una sociedad determinada, dos elementos bien diferentes el uno corresponde a aquellas infracciones a las que el progreso conservará su naturaleza criminal, y el otro, a aquellas que, por el progreso, pierden la citada naturaleza. Se pueden citar ciertos actos que teniendo en cuenta el lugar, tiempo y época fueron actos de marcado carácter criminoso y que el tiempo los ha tomado en grandes virtudes. Sócrates quien fue un criminal a los ojos de los jueces Atenienses y condenado a tomar la cicuta, ha permanecido en la historia como un modelo de virtudes. Otro ejemplo lo encontramos en Galileo, condenado a retractarse por lo que había escrito acerca del movimiento de la Tierra. El fenómeno inverso se observa en la reprobación del poder social al delito criminoso, el cual es más terrible hoy que en épocas anteriores.

En realidad, la noción del acto de carácter criminal es contingente y relativa. Garófalo trata de establecer el delito natural y lo define en relación con la piedad y la probidad, porque, por la evolución, estos sentimientos se vuelven criminales y es preciso que ellos hieran, no sólo la parte superior y más noble de los demás sentimientos, sino aún, en la proporción misma y en el aprecio de que gozan dentro de la misma comunidad, ya que esto es indispensable para la adaptación del individuo en la sociedad.

La criminalidad según algunos autores, puede definirse, como el mayor o menor grado de nocividad que sobre un acto se forme juiciosamente, la mayoría consciente, de un conglomerado social.

Delmas y Boll dice: “El perverso en toda ocasión pretende burlar las leyes o violarlas, su mayor placer está en hacer el mayor daño posible, en destruir cuanto encuentra a su paso, y en inducir a todos los que le rodean a sus tendencias criminales”.

La criminalidad, entendiendo por tal concepto la infracción de la ley penal, se nos revela como un fenómeno de la naturaleza social, en el sentido de ser el fruto de la vida en sociedad, pues el hombre en el estado de aislamiento absoluto, no podría llegar a ser un criminal, pues el individuo en estas condiciones gozará de derechos absolutos sin deberes correlativos, y su conducta no podría ser considerada ni social ni antisocial. La voluntad del individuo criminal pierde el sentimiento de la solidaridad y se coloca en franca rebeldía contra esa voluntad colectiva expresada por medio de una ley, un hábito o una costumbre.

¿Estando en el más completo aislamiento, puede el peor de los criminales cometer un asesinato? Seguramente que no, pues para que exista el delito es menester la presencia de un agresor y una víctima.

“Julio Verne en su novela ‘la Isla Misteriosa’, nos relata que Ayrton, criminal escapado de Norfolk y pirata, una vez que fue descubierta su identidad se le amenazó con entregarlo a las autoridades inglesas, pero el prefirió ser abandonado en una isla desierta del Pacifico, donde jamás volvería a tener tratos con los hombres. Vivió en su aislamiento doce años aquel criminal, naturalmente sin cometer un solo delito. ¿A quién podía lesionar injustamente, si vivía en el más completo aislamiento?. En cuanto vio a Albert uno de los componentes de la expedición que iba a rescatarle, pretendió darle muerte”.

Por todo lo hasta aquí expuesto, es un hecho innegable que el crimen, social en su origen, se torna antisocial en sus consecuencias.

En la criminalidad podemos observar un verdadero conflicto de voluntades: de un lado, la voluntad perversa del hombre delincuente, siempre dispuesto a atentar contra la vida, honra y bienes de sus conciudadanos, y de otro lado, la voluntad de la colectividad, siempre alerta a defender no sólo el patrimonio económico sino también el patrimonio moral de todos los elementos que la constituyen.

La infracción es, pues, el producto de dos factores: factor individuo y factor sociedad. Cada uno de estos factores tiene una acción propia y caracterizada en la evolución y producción del fenómeno sociológico y criminal.

4. Endógenos y exógenos

Para facilitar el manejo de esta terminología y dejar establecida la mutabilidad de los factores preparatorios o preparantes como de los promotores y desencadenantes, construiremos una situación hipotética: Supongamos el caso de un individuo heredosifilítico; como es bien sabido esta enfermedad contribuye a las degeneraciones orgánicas y mentales, las cuales pueden ser evolutivas; favorables o negativas, en este último caso sin embargo, pueden no ocasionar alienación (predisponente genérico); con el desarrollo de un niño de este tipo se advierten anormalidades del carácter las cuales, son sumamente variables y por sólo mencionar algunas de ellas: hipermotividad, autismo, distimia y psicosis según sea el caso, que son propiamente ya un predisponente específico; continuemos con nuestra hipotética abstracción siempre enfocada al ángulo del crimen, y supongamos que este niño amén de las anormalidades de tipo orgánico y mental que padece se desarrolla en un medio negativo de bajos o nulos valores morales; con familia paupérrima, disgregada y con marcada anomia, etc.: la fase anterior puede verse agravada por desocupación, pandillerismo, alcoholismo o drogadicción (preparantes o secundarios).

Bajo esta situación particular, ante determinados estímulos (que son los que fungen como desencadenantes), se obtiene la respuesta distinta a la que daría una persona “normal” ante determinadas situaciones; por ejemplo: para allegarse medios fáciles y conseguir el alcohol o la droga se ofrecen varios caminos;

el del robo o el fraude según sea el caso, el lenocinio o corrupción de los menores, el de mendicidad la cual en sí no constituye delito (por lo menos en lo que toca a nuestra legislación), pero que en un momento determinado y ante la esterilidad de sus intentos, puede sustituir por el asalto o por la agresión que lo conduzca a la lesión o al mismo homicidio.

Como hemos podido advertirlo en esta hipótesis un tanto forzada, elaborada o como se acostumbra decir “de laboratorio”, el factor constitucional y la complicidad del medio habrían engendrado un criminal más.

Así hemos podido advertir también que los factores son mutables según el caso de que se trate; solamente los factores predisponentes son constantes ya que son los factores endógenos, internos, individuales, constitucionales, orgánicos por excelencia.

Por eso es importante este estudio de la violación, por los análisis anteriores.

5. Breve comentario de la familia

Una visión sociológica de la familia ha de contribuir necesariamente al enfoque de los problemas que tiene planteados.

En primer lugar hemos de considerar que la familia es una institución natural; nace de manera espontánea donde quiera que haya hombres. No espera para aparecer a que el Estado le asigne un estatuto jurídico. En un principio, en la mayoría de las sociedades la familia existía sin intervención alguna del Estado y se regía tan sólo por las costumbres tradicionales.

Hemos de tener en cuenta que mucho antes de que las sociedades civiles se construyeran, y que el Estado y los gobiernos se identificasen con la vida de la humanidad, los hombres se reunieron en sociedad, en pequeños grupos, constituyendo la familia, como embrión de toda norma social. Esta primaria significación, es puesta de manifiesto por la doctrina dominante cuando señala que: “La familia en todos los tiempos ha sido y es la verdadera célula de la sociedad y piedra angular del ordenamiento social; no sólo porque constituye un grupo natural e irreductible, que tiene por especial misión la de asegurar la reproducción o integridad de la vida humana, sino porque,

además en su seno se forman y desarrollan los sentimientos de solidaridad, tendencias altruistas y virtudes que ha desempeñado un papel importante formativo del hombre, en orden a su ulterior desarrollo ultrafamiliar, en el ámbito social.

Hacemos este comentario porque indiscutiblemente la familia tiene unas funciones indispensables para el desarrollo armónico de las personas humanas que se pueden manifestar desde múltiples puntos de vista. Incluso en el campo de la mujer, no puede dejar de reconocerse que, desde el punto de vista simplemente biológico lo mismo que desde el punto de vista psicológico, la familia es indispensable para el desarrollo del ser humano.

Las investigaciones efectuadas en materia de delincuencia demuestran ampliamente como el sentimiento de inseguridad, consecuencia de la falta o insuficiencia en la vigilancia afectiva de la primera infancia, es un potente factor determinante en el individuo.

Las estadísticas y también las investigaciones sociológicas han puesto de relieve la influencia del ambiente familiar en la delincuencia juvenil como el factor primordial de ésta tiene su base en la inestabilidad familiar y de ahí es donde proviene este tipo de delito (violación) que es el tema que nos ocupa.

La familia como un grupo sociológico y en consonancia con la gran importancia funcional que tiene para el Estado y la sociedad, ha sufrido en el transcurso de los últimos siglos un cambio estructural de gran importancia.

El hombre, en contra posición al animal, cuando se encuentra en presencia de un fin, abstrae de las cosas que conoce, el carácter común de medios para conseguirla y aún, entre los medios mismos atrae y elige aquellos más eficaces para alcanzar el fin propuesto.

Este es el fin que persigue la humanidad.

El fin para ser tal, debe ser alcanzable mediante el concurso de la comunidad, y se necesita además, que exista para alcanzar el mencionado fin, una voluntad común que quiera los medios que mejor conduzcan a él.

Esto es, lo que constituye la razón de que la sociedad exista.

La naturaleza misma de la personalidad humana, las propiedades intrínsecas del ser racional, como animal social que es, al decir de Arist6teles, exigen e imponen al hombre como ley ineludible y natural, el hecho de vivir en sociedad.

Augusto Comte estableció claramente la naturaleza social del hombre.

“El conglomerado social no tiene por base al individuo sino a la familia, pues toda célula tiene que ser homogénea con el organismo del cual forma parte. El individuo no puede ser el embrión de la sociedad. Este es la familia”.

Al respecto, Leopoldo Baeza y Aceves afirma que el creador de la palabra sociología y pontífice del positivismo (desconoció las investigaciones sociológicas modernas que han demostrado que no es la familia el punto de partida de la evolución social, sino que cuando la humanidad ha llegado a la organización familiar es porque ha recorrido ya otras muchas etapas que revelan un mayor atraso en su organización colectiva). Pero sea cual fuere la primera de las formas de la convivencia humana es hoy verdad aceptada por los sociólogos más distinguidos que la naturaleza del hombre es eminentemente social; es decir, que desde que el hombre aparece sobre la faz de la tierra, aparece ya en el seno de alguna sociedad por rudimentaria que quiera suponerse. La existencia del hombre aislado es hoy en el mundo moderno, una de tantos mitos olvidados por la ciencia.

Así pues, considerando a la familia como la sociedad más antigua, y la única natural, se infiere

la existencia de derechos y obligaciones mutuos, que no le fueron otorgados por poder extraño alguno, sino que se deben a la misma naturaleza.

Es evidente que la familia no podrá por sí sola satisfacer las necesidades de la persona humana; la sociedad capaz de satisfacer esas necesidades es la sociedad civil, ya que es la única que puede disponer de los elementos necesarios para cumplir satisfactoriamente su cometido.

Es este un elemento tan indispensable para la existencia del Derecho social, como lo es de las otras ciencias sociales, y que tiene además dos consecuencias trascendentales: la primera consiste en que la sociedad distingue al hombre del animal, y la segunda en que la sociabilidad es indispensable para alcanzar los fines de la vida humana. Fines que al nacer de los pueblos emprenden fatigosa marcha a través de las edades, por alcanzar un puesto preferente en el gran concierto de la sociabilidad humana, fines que van adquiriendo como dijera José Manuel Puig Casauranc, aspectos sucesivos al atravesar fases evolutivas diversas y marcando cada etapa que recorren con señales indelebles, de barbarie unas, de progreso otras. Y estas señales, que como un legado fatal trasmiten los pueblos a la historia que los ha de juzgar, son en todos los casos, bajo formas múltiples, manifestaciones de un estado social, de una intelectualidad y de un nivel moral.

6. Resumen

Sociología Criminológica

Antes de definir la Sociología, quisiera señalar que ésta no pretende de ninguna manera servir de guía, ni mucho menos dirigir la vida de las sociedades, sino que su función se limita a realizar un estudio ordenado y científico del desarrollo de dichas sociedades, en las cuales, el delito es parte fundamental.

Concluyo esto, tomando en cuenta a varios tratadistas que de manera general definen a la sociología como la ciencia del desarrollo de las sociedades humanas. Esta aplicada al concepto de sociedad criminal, sería “la ciencia descriptiva que realiza el estudio de la historia natural de la delincuencia”, esto es, que estudia los caracteres individuales del delincuente con el fin de determinar las causas del delito y su grado de temibilidad social.

Según Enrico Ferri, la sociología criminal es una ciencia de observación positiva que, fundamentándose en la Antropología, la Psicología, la Estadística Criminal, el Derecho Penal y los estudios penitenciarios, llega a ser la ciencia sintética de los delitos y las penas.

Aquí cabría diferenciar la Sociología general de la Sociología criminal, pues en tanto que la primera estudia todos los fenómenos en general, la segunda se ocupa únicamente del fenómeno criminalidad, en uno de sus tantos aspectos que es la relación que existe entre el autor del delito como sujeto activo con la sociedad, estudiando el acto delictuoso como un acto puramente objetivo; las condiciones que motiven el hecho y la manifestación de la voluntad, corresponden a otra auxiliar de nuestro tema a tratar, la Psicología criminal; así como nos apoyamos en esta rama, lo hacemos también en la Antropología criminal, Etnografía, Psiquiatría y Neurología.

Ferri clasifica al delincuente desde el punto de vista de su constitución física, esto es, de sus funciones orgánicas y psíquicas, considera que el tipo de criminal nato es característico, que encuentra en el medio social las circunstancias favorables que hacen accionar su problema anormal para llegar a la comisión del delito; asegura que en el caso de delincuentes pasionales se caracterizan por su falta de dominio para evitar la realización del delito y que quien delinque, lo hace presa de una anormalidad ya adquirida o congénita.

Para Garófalo, también la criminalidad tiene su gestión en el ambiente social, por lo que toda misión represiva del delito debe tener en cuenta que la criminalidad es un fenómeno social; buscar causas que originen el delito es la misión de la Criminología, síntesis de la ciencia del delincuente y de la ciencia de la sociedad con relación al delito.

La criminalidad entendida como infracción de la ley penal, se nos muestra como un fenómeno natural, en el sentido de ser el fruto de la vida en sociedad, pues podríamos pensar que el hombre en un estado de aislamiento absoluto, no podría llegar a ser criminal, pues en estas condiciones gozaría de derechos absolutos sin deberes correlativos, por lo tanto su conducta no podría ser considerada ni social ni antisocial. ¿O podríamos considerar que el peor de los delincuentes podría llegar a cometer un asesinato estando en el mas completo aislamiento?, Seguramente que no, pues para que exista el delito es necesaria la presencia de un agresor y una víctima; en conclusión es innegable que el crimen social en su origen se torna antisocial en sus consecuencias.

En la criminalidad podemos observar un verdadero conflicto de voluntades, por un lado la voluntad perversa del hombre delincuente siempre dispuesto a atentar contra la vida, honra y bienes de sus conciudadanos, y del otro lado, la voluntad de la colectividad, siempre alerta a defender el bien jurídico tutelado de todos los elementos que la constituyen.

La infracción es, pues, el producto de dos factores, individuo y sociedad, cada uno de estos factores tiene una acción propia y caracterizada en la evolución y producción del fenómeno sociológico y criminal.

Los estudios de la delincuencia y el crimen, creo que se deben centrar en sus orígenes psicológicos y ambientales, en el conflicto entre padres e hijos, las modernas condiciones de la vida familiar y la falta de relaciones primarias; la delincuencia es o puede ser un síntoma de impotencia económica y política de los jóvenes en una cultura que desprecia la inepcia y concede una gran importancia a los títulos educacionales.

El ideal rehabilitativo, debe hacerse para investigar los orígenes del comportamiento criminal y delincuente dentro de individuos o medio ambiente determinado y no en los organismos oficiales constituidos del derecho penal sino en el desarrollo de la personalidad y la socialización que conduce al crimen.

Bentham afirma que todo castigo es malo, pues es un daño, y que en caso de ser admitido solo se debería hacer para excluir un mal mayor y como un medio para asegurar la tranquilidad de la mayoría, coincido con él, pues en mi opinión el “criminal por naturaleza” se debe excluir de nuestro lenguaje pues considero que una educación debida podría contrarrestar las imposiciones de una vida familiar deficiente, de un medio ambiente corrupto y promiscuo, de hacinamiento y pobreza, adicciones al alcohol o drogas con la consecuente pérdida de valores tanto morales como religiosos y sociales, en resumen, considero que con la implementación de programas escolares de psicología infantil desde la escuela primaria, tendientes a detectar los problemas que pudieran presentar los menores en sus casas observando sus actitudes de comportamiento en el aula escolar, su precocidad, sus tendencias, etc., se podría evitar el que estas niños se convirtieran en futuros delincuentes tan en boga en la actualidad para mala fortuna de nuestra sociedad, en donde probablemente ésta tenga una gran parte de culpa por ser tan insensible a un problema tan grave como lo es atención y prevención de la delincuencia.

7. Bibliografía

Derecho Penal Mexicano, Raúl Carranca y Trujillo, Porrua México, 1982.

“Sociología Criminal” Tomo I, Siglo XXI, 1977.

“La Criminología”, Rodríguez Manzanera, Porrua, México, 1979.

“La Familia Según el Derecho Natural”, Herder, Barcelona, 1967.

“Los Delitos Contra La Familia”, Montecorvo, 1973.

“Endocrinologia y Criminalidad”, Capitulo I, Leopoldo Baeza y Aceves

“Derecho Penal Mexicano”, Tomo III, Gonzalo De La Vega, Porrua, 1974.
*